La causa que busca esclarecer el crimen de Griselda Blanco, la periodista encontrada muerta el sábado en su hogar en Curuzú Cuatiá, ha dado un paso adelante con la detención de su expareja, un hombre de 54 años, quien se negó a declarar y permanecerá bajo custodia. Sin embargo, la familia de la víctima sostiene que ella había recibido amenazas y vincula el hecho con sus investigaciones periodísticas.
Por otra parte, los peritos forenses determinaron que la causa de la muerte de la mujer fue “estrangulamiento”. Según informó Diario Época, se encontraron signos de lucha en el cuerpo de la víctima, indicando que ella peleó para defenderse.
La investigación está a cargo de la fiscal María José Barrero Sahagún, de la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac). Con todas las hipótesis aún abiertas, la funcionaria ordenó la intervención de la Policía Federal Argentina (PFA) debido a las denuncias públicas de Blanco sobre presuntas irregularidades en el accionar de la Policía local.
Los hechos ocurrieron el sábado por la tarde, cuando uno de los hermanos de Griselda descubrió su cuerpo con una soga alrededor del cuello. En un principio, se consideró la posibilidad de un suicidio, pero esta hipótesis se descartó rápidamente al observar evidencia de golpes y rastros de sangre en la escena.
“Se encontraron pelos en sus manos, lo que podría indicar que se defendió del ataque”, declaró un investigador a Télam. Además, se destacó que no se encontraron signos de violencia en los accesos a la vivienda.
En las últimas horas, las autoridades detuvieron a Armando Jara, expareja de la periodista asesinada y también periodista. Durante el procedimiento, los agentes de la brigada de la División Homicidios de la PFA incautaron ropa y una computadora en el domicilio del sospechoso.
La investigación continúa en curso con el objetivo de esclarecer los motivos y las circunstancias detrás de este trágico suceso. Las autoridades se mantienen abiertas a todas las posibilidades y recaban pruebas para determinar la responsabilidad en el crimen de Griselda Blanco.
Su familia vincula el crimen con la investigación que hizo la periodista:
Lautaro Cesani, uno de los hijos de la víctima, comentó a la agencia de noticias: “No creo que ‘femicidio’ sea el calificativo que haya que darle a esto, con Jara como en cualquier pareja se tienen problemas, pero no para llegar a este extremo, en mi opinión no creo que Jara haya tenido algo que ver con esto, aunque aclaro que estamos esperando las pericias y los resultados”.
Además, confirmó que su madre había pedido que contacten a la abogada Silvia Casarrubia en caso de que “algo” le pasara y lo vinculó con la cobertura que hizo su mamá sobre supuestos casos de abusos en la policía de Corrientes. “De esta persona (un comisario denunciado por presuntos abusos) recibió amenazas para que no hablara, que no dijera nada”.
Finalmente, concluyó que Griselda Blanco “tenía dos teléfonos, uno con el que transmitía y otro con el que pasaba música, y solamente se encontró un teléfono, el menos importante, porque el que desapareció era con el que más se comunicaba”.
