El crimen de Aralí Vivas, la niña de 8 años que fue asesinada en Córdoba, continúa generando indignación. El enojo fue en aumento luego de que se confirmara que tanto ella como sus hermanos fueron restituidos en agosto con su mamá y su padrastro, a pesar de los problemas de adicción y maltratos.
La decisión y medida fue tomada por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), informó Noticias Argentinas. Fue el fiscal Oscar Grieco quien confirmó la información, detallando que a principios de julio de 2024 la SENAF se lo comunicó al juzgado de familia.
“Rocío Milagros Rauch y Matías Ezequiel Simeone están ´aptos´ para la revinculación tras someterse a diversos tratamientos”, habían respaldado su decisión en ese entonces. Dicha medida fue criticada por los familiares de la menor y presentaron reproches ante la Justicia.
“Nunca hicieron un seguimiento para ver si realmente ella estaba capacitada para tener a los chicos”, expresó la familia. “Los niños quedaron a la buena de Dios”, concluyeron.
Una de las primas de la víctima, Betiana, se encuentra al cuidado de los hermanos de la menor e indicó que “están bien, tranquilos y bien contenidos”. Con respecto a la madre de la niña consideró: “Nunca estuvo en condiciones de tener a sus hijos. Hablar con ella no se podía”.
“El juzgado de Control y Violencia Familiar de Morteros mediante auto número 107 del 29 de agosto ordenó el cese de la medida excepcional de protección de los menores, a pedido de la Senaf, que lo efectuó con fecha 3 de julio. En base a los informes, cesa la medida excepcional de protección de los menores toda vez que esta gente (Simeone -33- y Rauch -28-) convivían en una localidad de Santa Fe y en marzo habían regresado a vivir a Brinkmann”, contó el fiscal en diálogo con Cadena 3.
Detalles del crimen
La niña fue asesinada y hallada sin vida el sábado 2 de noviembre, cuando bomberos de la localidad de Brinkmann fueron alertados por el incendio de una vivienda en la calle Caseros 857. Luego de sofocar el fuego, los bomberos hallaron el cuerpo calcinado de la menor.
La autopsia reveló que la niña tuvo una “muerte traumática” y que presentaba lesiones compatibles con abuso sexual. También se descartó la presencia de “monóxido de carbono en los pulmones”.
El funcionario judicial sostuvo que “la menor fue asesinada para ocultar un delito precedente”, que podría tratarse de un abuso sexual y agregó que hay “testimonios de dichos espontáneos” de uno de los acusados, quien aseguró que “era costumbre abusar de esa niña”.