La investigación del asesinato de Enrique Cano, el anciano de 81 años hallado sin vida en el comedor de su casa de Rivadavia con signos de violencia en el rostro, tuvo novedades. El avance de la necropsia le da más fuerzas a la hipótesis principal de que los delincuentes lo mataron para robarle, aunque al parecer no lo lograron.
La investigación, que quedó en manos del fiscal Carlos Giuliani y es supervisada por el fiscal jefe de Rivadavia y Junín Mariano Carabajal, tuvo novedades durante estas horas, luego de que el adelanto de la necropsia revelara que Cano falleció por asfixia. Esto indica que antes de ser ultimado habría sido torturado, según revelaron fuentes judiciales.
Otra de las pistas que se sumaron fue que, cuando Policía Científica peritó la vivienda, encontró en uno de los roperos de Cano dinero escondido. Según informaron fuentes allegadas a la causa a Los Andes, había alrededor de 530.000 pesos.
Con esos dos giros en la investigación, la hipótesis de la fiscalía del Este toma más fuerza, ya que desde un primer momento se apuntó a un homicidio, aunque ahora se le suma la línea investigativa de que los delincuentes sabían de la existencia de esos ahorros e ingresaron para robarlos pero, al no encontrarlos, torturaron a Cano.
Resta saber por qué no se llevaron el botín: si fue porque no lo hallaron o porque escaparon asustados al ver que la víctima había fallecido producto de la golpiza y la asfixia.
El cuerpo de “Canito”, como lo llamaban cariñosamente, fue encontrado el pasado martes tras un llamado de los vecinos. Yacía sin vida en el comedor de su casa ubicada en la calle La Florida, del barrio Lencinas, en el distrito Los Campamentos. Cuando los policías ingresaron al inmueble se encontraron con todo revuelto, en un claro indicio de que el o los asesinos buscaban algo. La víctima tenía la cara muy golpeada y ensangrentada, mientras que en el resto del cuerpo presentaba diferentes contusiones y rastros hemáticos.
Los pesquisas determinaron que los ladrones ingresaron a la vivienda por la puerta trasera ya que era la única que estaba sin llave y también porque no había otra entrada forzada. Además, rompieron la tela perimetral.