Condenador y expulsaron de por vida de país a 8 chilenos hinchas del club Colo-Colo que robaron en un quiosco céntrico, cuando vinieron a Mendoza el mes pasado a ver el partido por la Copa Libertadores que su equipo jugó con Godoy Cruz Antonio Tomba.
De esta forma, ya son 11 los chilenos condenados y expulsados de Mendoza y sólo resta que sea sometido a juicio un comerciante que se encuentra detenido e imputado por un grave delito que tiene penas de hasta 30 años de prisión: abuso sexual agravado por uso se armas.
Esta mañana, una audiencia de control jurisdiccional fue el marco para un juicio abreviado en el que el fiscal de Robos y Hurtos, Daniel Sánchez Giol, y el defensor de los barras extranjeros que estaban detenidos en la cárcel llegaran a un acuerdo en el cual los imputados se declararon culpables.
Con este panorama, la jueza Claudia Tula firmó la sentencia para Katherine Romero (21), Dafne Calderón (29), Emilia Valdes (21), Nicolás Paredes (20), Cristian Guzmán (22), Giovanny Tello (24), Oscar Contreras (29), y Guilermo Leger (29).
Todos fueron condenados a tres años de prisión en suspenso por el delito de robo agravado por ser cometido en poblado y en banda y por otras causas menores.
El fallo incluyó la siguiente medida: expulsión inmediata del país y prohibición de reingreso permanente, por lo que hoy mismo fueron custodiados por personal de Gendarmería hasta la frontera chilena. El jueves 22 de febrero pasado habían sido detenidos luego de asaltar un kiosco ubicado en calle 25 de Mayo y Godoy Cruz de Ciudad.
De esta forma los 8 sujetos siguieron la misma suerte que Herbert Molina (24) y Ignacio Baltazar Maulen (23) y Daniel Alejandro Maulen (29), a quienes la jueza Érica Sánchez, el 4 de marzo pasado, les impuso la misma pena e idénticas medidas restrictivas pero por los delitos de lesiones y robo.
Estos tres sujetos, el viernes 23 de febrero pasado, agredieron a periodistas de Canal 7 en la plaza Independencia de Ciudad cuando estaban haciendo una cobertura para el para el noticiero del mediodía.
Según se pudo ver en las imágenes recogidas por las propias víctimas, todo comenzó cuando un grupo de al menos cinco hinchas del Colo-Colo se acercaron a tres periodistas de Canal 7 que estaban haciendo un móvil y los agredieron. Se trataba de los camarógrafos Pablo Rodríguez y Antonio González, junto a la reportera Marisol Benegas.
Los camarógrafos fueron a quieren más atacaron, además de que sufrieron daños materiales en sus elementos de trabajo, es decir, en las cámaras y los micrófonos.
“¡Vamos a pegarles, peguémosle, baja la cámara!”, se escuchó decir a uno de los hinchas de Colo Colo, mientras los trabajadores de prensa transmitían desde el corazón de la Plaza Independencia. En las imágenes se pudo ver que en la zona no había presencia policial al momento de la agresión.
La situación del chileno acusado de abuso sexual
El 26 de febrero pasado, la fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual imputó a Ricardo Antonio Hernández Sanhueza, un comerciante de 30 años con domicilio en la ciudad de Santiago de Chile, por “abuso sexual con acceso carnal agravado por uso de armas”, un delito que tiene penas que van de los 8 a los 20 años de reclusión.
Así lo decidió la fiscal María de las Mercedes Moya, quien ordenó que el barra trasandino pasara a una dependencia del Servicio Penitenciario provincial, donde deberá permanecer hasta que se decida su suerte en una futura audiencia de prisión preventiva.
La situación del detenido es grave ya que al ser extranjero difícilmente acceda a una libertad o un beneficio de domiciliaria, dada la posibilidad de una fuga. Por otra parte, se sumó a la figura inicial el uso de armas, un detalle que no había trascendido en primera instancia, tras la denuncia y detención. Según consta en la declaración de la denunciante, el chileno habría amenazado a la mujer, insultándola y diciéndole que tenía un arma en el bolsillo que la joven no habría visto.
Las pericias físicas realizada a la víctima –una mujer de 29 años- por el Cuerpo Médico Forense fue la prueba que la fiscal tuvo en cuenta para fijar el agravamiento de acceso carnal, ya que se constataron lesiones compatibles con una agresión sexual. La fiscal espera para los próximos días el resultado de un cotejo de ADN que se realizó con muestras extraídas a ambos.
