Eligió confesar y cerrar la investigación, antes que sentarse en el banquillo de los acusados en un debate y con nulas posibilidades de zafar. Un hombre de San Rafael ayer accedió a un juicio abreviado y fue condenado a tres años por grooming y exhibicionismo. La pena por ahora podrá cumplirla en libertad.
El sospechoso de este caso, Pablo Acaya Reyes, de 44 años, acordó la sentencia con su abogado y el fiscal Javier Giaroli. Para esto antes tuvo que reconocer que hace algunos meses le había enviado a una niña, en edad preadolescente-se reservan más datos para no identificarla-, un video masturbándose.
Este material la víctima lo recibió en su teléfono celular y le llegó a través del chat de la red social Instagram. La familia de ella descubrió esto, radicó la denuncia y comenzó la causa.
El hombre, quien en ningún momento estuvo detenido, fue imputado inicialmente por tres delitos: grooming, exhibiciones obscenas agravadas por ser la víctima menor de 18 años y corrupción de menores. Esta última calificación no pudo ser probada por la fiscalía a través de la cámara Gesell y quedó descartada.
“Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”, especifica el artículo 131 Código Penal para las situaciones de grooming. La carátula contra Acaya Reyes agregaba la exhibición obscena en concurso ideal, delito que tiene una pena menor, por lo que la escala de la condena debía contemplarse por el hecho más grave.
El acuerdo de la sentencia fue de tres años en suspenso y, como el sospechoso no tiene antecedentes, podrá cumplir en libertad bajo ciertas normas ordenadas por la fiscalía. Entre ellas, que se someta a un tratamiento psicológico y prohibición de acercamiento a la niña; de no acatar estas disposiciones, se pedirá su arresto y la condena deberá completarla en la cárcel. Claudio Gil fue el juez que llevó adelante el juicio abreviado y avaló el arreglo de las partes.
A Acaya Reyes no le quedan muchas más alternativas que confesar, ya que el video en cuestión lo mostraba claramente a él como el autor, comentaron fuentes ligadas al expediente. El acusado había ganado la confianza de la pequeña e intercambiaban mensajes frecuentemente, aunque no llegaron encontrarse, agregaron los pesquisas.
