Con un juicio abreviado se cerró la investigación por la muerte de un hombre en Ciudad. A casi siete meses del hecho, una joven fue condenada tras confesar que mató a golpes a la víctima para defenderse de un abuso sexual.
Paula León (28) se declaró culpable ayer por el fallecimiento de Diego Alonso (44), ocurrido el 8 de septiembre pasado en su vivienda de calle Gobernador González al 600, en la Cuarta Sección. La acusada decidió reconocer su autoría nuevamente -lo había hecho desde el inicio de la causa-, pero esta vez con el objetivo de cerrar el expediente.
Es que el fiscal Carlos Torres recientemente incorporó pruebas y pericias psicológicas que ahora sí demostraron que la versión de la mujer es coherente. Desde el comienzo ella declaró que había atacado a Alonso para evitar un ataque sexual. En principio la fiscalía no corroboró su hipótesis y por eso la imputación fue por homicidio simple. En las últimas semanas el panorama cambió y el caso se transformó en un homicidio con exceso de legítima defensa.
Esto benefició a la detenida, que quedó ante una pena de uno a 5 años, cuando antes podía recibir de 8 a 25. A partir de las modificaciones hubo un pacto entre la defensa y Torres para terminar la pesquisa, con una sentencia de 3 años.
El juez Juan Manuel Pina estuvo de acuerdo con el arreglo, aunque con la salvedad de que la condena debía ser de 2 años porque León era sometida a violencia de género por parte del fallecido. El cumplimiento de la pena será efectivo porque la imputada tenía antecedentes.
Entre los protagonistas había una relación que no quedó del todo clara. Mientras la víctima fatal decía que eran pareja, ella sostenía que sólo mantenían encuentros ocasionales.
En la madrugada del homicidio estuvieron juntos y se desató una riña sumamente violenta. La sospechosa sufrió un corte en un brazo ocasionado con vidrios de botellas y el hombre fue golpeado en la cabeza con un palo de escoba, entre otras agresiones.
Esa noche la Policía tuvo intervención por un llamado al 911 por el escándalo que había en la propiedad, pero los efectivos se retiraron cuando Alonso les dijo que era sólo una discusión.
Horas después, su madre y su hermana lo encontraron tirado en la cama con manchas de sangre y sin vida. Los testimonios apuntaron rápidamente a esta muchacha, que fue detenida el mismo día del hecho.