Condenaron a un banco que no había garantizado las medidas de seguridad a una de sus clientas, quien fue víctima de una estafa virtual. Ocurrió en una sucursal del Banco Patagonia en Bariloche.
A través de una serie de engaños, los delincuentes consiguieron un préstamo personal a nombre de la damnificada y posteriormente le vaciaron su cuenta de ahorro.
Según informó diario Clarín, todo comenzó en enero del 2021 cuando la víctima puso en venta un sillón a través de Marketplace, la plataforma de ventas de Facebook.
Uno sujeto, que se identificó como Luis y se hizo pasar por cliente, la contacto para comprar le sillón y le pidió un CBU para enviarle el dinero por transferencia.
Sin embargo, el hombre le dijo que el dinero no había acreditado por un problema con su cuenta y que la mujer iba a tener que ir a resolverlo en un cajero automático.
Una vez en el banco, el estafador la llamó y la guió en un paso a paso falso que tuvo como objetivo sacarle una clave token y un código. Con ese dato tomaron control de su cuenta bancaria.
La mujer se dio cuenta del engaño y llamó al banco para denunciar la maniobra y pedir que bloqueen la cuenta. Mientras hablaba con el banco, le llegaron varios mails informando distintas transferencias.
Primero le sacaron uno 59.000 pesos que tenía en su caja de ahorro, y luego pidieron un préstamo personal de $ 249.000 que fue aprobado inmediatamente. Tras hacer la denuncia en la Policía, la mujer se dirigió a su sucursal del banco.
Sin embargo, en el banco le dijeron que iba a tener que hacerse cargo del crédito por haberle brindado sus claves a los asaltantes. La entidad se justificó en afirmar que las claves son “personales, únicas e intransferibles”.
El fallo a favor de la víctima
Esta semana el juez Cristian Tau Anzoátegui, del Juzgado Civil N°5, firmó el fallo a favor de la mujer. El letrado consideró que el banco “no implementó todas las medidas de seguridad que se requieren para resguardar” a la clienta.
El letrado cuestionó a la entidad por otorgar un crédito instantáneo y permitir la inmediata transferencia de dinero a cuentas bancarias de distintas personas poco después de haber cambiado el pin.
El fallo condenó al banco a devolverle el monto que le robaron actualizado, junto con un pago por daño moral y ordenó quitarla del registro de deudores del Banco Central.