Sociedad
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hace 5 horas
Luego de que ayer un jurado popular “salvara” de la perpetua al hombre que mató a un verdulero en Guaymallén, hoy la justicia condenó al imputado Exequiel Salas Cracco (25), por la muerte del verdulero Miguel Núñez (75) a la pena de 16 años de cárcel.
La pena fue establecida esta mañana por el juez técnico Alejandro Miguel, luego de que en una audiencia de “cesura”, las partes propusieran penas posibles para el delito fijado por un tribunal popular: homicidio simple y robo agravado. Tal delito tiene una pena que va de los 8 a los 40 años de prisión.
A la hora de fijar la pena el jefe de los fiscales de Homicidios habló sobre atenuantes y agravantes del hecho. Entre los primeros apuntó el nivel educativo y social.
En cuanto a los agravantes, la relación de confianza, que facilitó el hecho y el medio empleado - un cuchillo, de 22 centímetros que se utilizó para 14 heridas en zonas abdominal y cuello, zonas vitales.
También advirtió la reiterancia -había sido condenado en 2017 por violencia de género en San Rafael. Por eso tenía prohibición de acercamiento y la personalidad del imputado - plenamente responsable con rasgos de desbordes emotivos, que prioriza sus beneficios personales y tiene bajo niveles afectivos. Por eso el fiscal solicitó 25 años de prisión.
Por su parte, Gabriela Massad, indicó que había muchos elementos para acercarse más a los mínimos de pena, porque tiene una familia, con niños pequeños. Tiene trabajo. Y que no se puede hablar de premeditación porque fue hecho inesperado, con una personalidad explosiva. Por esto solicitó el mínimo de 8 años de cárcel.
El juez, finalmente, definió una pena de 16 años.
La muerte del verdulero
En la madrugada del 19 de abril de 2019, en una vivienda ubicada en calle Severo del Castillo al 8.100, en Los Corralitos, Salas le habría dado 14 heridas cortopunzantes con un cuchillo a Núñez, quien falleció al instante, producto del ataque.
La nuera de Núñez, quien vive en una casa que colinda con la del verdulero, comenzó a escuchar ruidos extraños y gritos de su suegro, por lo que decidió llamar al 911 para denunciar la situación.
A los pocos minutos llegó un móvil policial que fue alertado justo cuando patrullaba la zona. “Los policías llegaron justo cuando el tipo se iba corriendo. Saltó la acequia y corrió para allá (por Severo de Castillo hacia el Sur). Cuando salgo, escucho que le dan la voz de alto y le disparan como cuatro veces”, explicó un vecino a Los Andes al día siguiente del hecho.
Mientras los policías lograban detener a Salas unos 200 metros más adelante, otros uniformados llegaron a la vivienda del verdulero y cuando quisieron entrar se encontraron con que la puerta estaba cerrada con llave, por lo que optaron por derribarla.
“Núñez estaba en la cocina. Lo habían apuñalado varias veces; tenía una herida importante en el costado, debajo de la axila”, explicó el vecino consultado.
Minutos más tarde llegaron los efectivos que habían detenido a Salas con las llaves de la casa, que estaban en poder del aprehendido. El presunto autor del crimen también tenía en su poder 15.000 pesos y el teléfono celular de la víctima. Además, a unos metros lograron dar con el cuchillo que se habría usado en el homicidio.
