La justicia federal mendocina condenó a una banda, liderada por el “asesor contable” Rubén Santander Horton (63), que se dedicaba a generar facturas para generar crédito fiscal con el fin de evadir el pago de impuestos a las Ganancias.
Las condenas por asociación ilícita fueron de 5 años para Santander, el comerciante Carlos Alberto Tejada (50) y la ama de casa Lucía Carmen Molina (51), cabecillas de la organización. También fueron condenados a 3 años y 10 meses de prisión el comerciante Walter Fabio Perona (51), Julio Osvaldo Vargas (59), José Daniel Allemand Demarchi (59) y el transportista Jorge Brígido Romero (59). Los jueces siguieron el pedido realizado durante los alegatos por la fiscalía General N° 1 de Mendoza a cargo de la fiscal federal María Gloria André.
Todo comenzó cuando en junio de 2017 cuando la Afip-DGI denunció en la justicia Federal que un mecánico de autos declaraba mayores gastos que los ingresos registrados. El hombre explicó que su contabilidad era manejada por el “asesor contable” Rubén Santander Horton. A través de una investigación, se comprobó que el IP de las operaciones realizadas por el mecánico era el mismo que el del “contribuyente” Santander.
Además, se pudo comprobar que desde la misma computadoras se manejaban los movimientos de varias empresas y personas físicas que habían registrados operaciones de compra y venta por una valor de 179 millones de pesos.
A partir de esa información se llegó a la conclusión que se trataba de una organización conformada por personas físicas y jurídicas insolventes que se dedicaba a la emisión de facturas electrónicas para generar crédito fiscal y gastos con la finalidad que fueran realizadas por distintas empresas para poder así disminuir el saldo de impuestos que debían aportar al fisco.
Todo este entramado había sido orquestado por Santander y los otros imputados, muchos de ellos identificados y detectado su rol a través de las escuchas telefónicas realizadas por el Ministerio Público Fiscal.