Con un virulento ataque a los investigadores el juez Walter Bento comenzó a defenderse en la causa por la cual se lo investiga como líder de una banda dedicaba a pedir sobornos a cambio de beneficios procesales.
Esta mañana, el magistrado federal arrancó su declaración indagatoria en los Tribunales Federales en la causa por presuntas coimas a cambio de beneficios a presos que lo tiene imputado como presunto líder de una asociación ilícita en 10 casos de cohecho pasivo, además de prevaricato, denegación o retardo de la justicia, enriquecimiento ilícito y lavado de activos provenientes de origen delictivo.
Según trascendió durante las primeras horas de su declaración –que es oral, sin la lectura de un escrito- se dedicó a defenderse atacando a los fiscal general Dante Vega y el juez federal Eduardo Puigdéngolas, los dos funcionarios que llevan adelante la investigación.
La estrategia –al menos inicialmente- establecida por su abogado defensor, Mariano Cúneo Libarona, no se alejó de otros escritos presentados en el expediente e, incluso en la declaración que dio ayer su esposa, Marta Isabel Boiza, quien está imputada en la misma causa pero solo por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos de origen delictivo.
Ambos han negado los hechos y atacado a los investigadores, no solo en relación a su actuación en el caso, sino también apuntando concretamente contra Vega a nivel personal. Es que repetidas veces el juez Bento ha sostenido que tiene una enemistad con el fiscal desde hace más de 10 años.
El 28 de mayo pasado, el juez había firmado un comunicado de prensa donde sostenía que la investigación en su contra tiene un matiz político: “Soy víctima de un verdadero caso de lawfare concebido por un inescrupuloso fiscal, un juez de Primera Instancia y ciertos jueces de Cámara”, decía en ese momento.
Ayer Boiza, en una declaración por escrito sostuvo que Vega “es un verdadero enemigo”, y que “quiere, y piensa que está cerca de lograrlo, destruir a mi esposo (y a nuestra familia) pero no lo logrará”
La gran incógnita que se hacen por estas horas todos los que siguen la polémica causa es si el magistrado federal después de su discurso defensivo optará por responder las preguntas de los acusadores o solo se limitará a ofrecer su versión de los hechos sin un interrogatorio posterior.