Los psiquiatras del hospital El Sauce afirman que su paciente más famoso –Gil Pereg (39)- puede dejar el hospital psiquiátrico y volver a la cárcel, siempre y cuando se el Servicio Penitenciario y el Ministerio Público fiscal aseguren condiciones dignas para un paciente-preso de las características del israelí.
El equipo interdisciplinario que lo asiste en el pabellón judicial de nosocomio de Guaymallén desde hace 7 meses, le comunicó a la Fiscalía del Homicidios la novedad a mediados de diciembre, indicando que el paciente padece “un cuadro psicopatológico de base, trastorno delirante y alto riesgo de suicidio”.
La novedad fue informada el 15 de diciembre pasado y a casi un mes, Pereg sigue internado en El sauce a la espera de un juicio por jurado que el fiscal Fernando Guzzo, jefe de la Fiscalía de Homicidios, anunció recientemente que se hará “este año”. Pereg está imputado por doble homicidio agravado, acusado de matar en diciembre de 2019 a su madre, Pyrhia Sauroussy (63) y a su tía, Lily Pereg (54).
Los psiquiatras sostienen que dada la buena evolución clínica y la buena tolerancia de psicofármacos y no pudiendo esperarse mayores avances puede volver al penal. Pero las condiciones exigidas por los médicos son las siguientes: 1) evaluaciones periódicas interdisciplinarias; 2) administración de la medicación en dosis y horarios indicados; y 3) respeto a su intimidad y “a las peculiaridades de su sistema delirante sobre todo a lo que hace a las condiciones de su celda”.
“Los médicos dicen que está estabilizado pero no significa que esté bien sino que el cuadro no se puede mejorar. A veces lo veo bien, a veces mal. Disminuyó la intensidad de sus patologías pero volver a la cárcel podría poner en riesgo su vida porque el informe marca un importante riesgo de suicidio”, dice Maximiliano Legrand, el abogado que lo asiste junto a Lautaro Brachetta y Marcos Segovia.
Uno de los problema centrales de la situación del Pereg en prisión es la relación entre los penitenciarios que lo tratan como a un detenido común, cuando el hombre es una persona especial, si se mira su expediente médico: una persona que padece parafrenia, delirios, alucinaciones, posible psicosis, paranoia, fobia al agua asociada a su delirio y licantropía: Pereg afirma pertenecer al mundo de los gatos y no al de los seres “de dos patas” o sea los hombres, manifestando, por supuesto, no estar loco,
La relación se tensa al máximo cuando surge un problema, por cierto, escatológico: Pereg se niega a hacer sus necesidades como lo hacen todos “los seres de dos patas” porque alucina que puede atacado por monstruos que habitan su inodoro. Luego, la celda es un verdadero desastre que no tiene sentido graficar aquí.
La situación de la causa
En diciembre pasado, la justicia prolongó por 6 meses más la prisión preventiva de Pereg, quien ya ha cumplido con dos años de detención. Mientras tanto, el proceso judicial se encuentra detenido. Los jueces Eduardo Martearena, Rafael Escot y Luis Correa Llano lo decidieron hasta que el imputado puede ejercer su defensa. Además, el pedido de elevación a juicio fue apelado por los defensores y el tribunal tendrá que expedirse cuando el proceso se reabra.
