La justicia mendocina comenzó a juzgar a Marcos Herrero -el cuestionado especialista en búsqueda de personas y rastreos con perros de Río Negro que trabajó en varios casos resonantes de todo el país- por haber plantado pruebas en Potrerillos, luego se ser contratado por los familiares de Viviana Luna, una mujer que desapareció en 2016.
Esta mañana el juez Luis Correa Llano abrió el debate en el que se investiga a Herrero por falsa denuncia, falso testimonio, encubrimiento, usurpación de títulos y honores y estafa, delitos que le había imputado el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello en diciembre de 2021, tras detenerlo.
El debate se realiza en la modalidad de forma virtual y Herrero participó desde Río Negro, donde reside actualmente, luego de pasar una temporada detenido en las cárceles mendocinas, tras no aceptar, en diciembre de 2021 un juicio abreviado.
En enero de 2021, accedió al beneficio de prisión domiciliaria tras cubrir una fianza personal de 150.000 pesos, el mismo monto que Herrero cobró a la familia de Viviana Luna para reiniciar su búsqueda.
En la primera jornada del debate declararon los policías que participaron en los procedimientos, tanto de Búsqueda de Personas como de Policía Científica y también Laura Ballester la adiestradora mendocina que comenzó a sospechar del accionar del rionegrino. Además, las partes vieron fotos y videos que están en el expediente. Mañana continuará el debate donde se repasarán escuchas y se presentarán los estudios de ADN.
Las pruebas que, inicialmente, sostuvieron la condena fueron escuchas telefónicas, testimonios de personas que trabajaron en la búsqueda que advirtieron la implantación de pruebas en un lugar que había sido requisado con anterioridad por la policía.
Pero lo fundamental fue el Laboratorio de Huellas Genéticas de Mendoza que determinó dos situaciones graves: a) que los huesos hallados en Potrerillos –restos pertenecientes a un hombre- son iguales a los que el rastreador encontró en San Cruz en otra búsqueda y b) que esas dos muestras están contaminadas por ADN Herrero.
Es decir que Herrero llegó a Mendoza con esos restos óseos para, burdamente, hacerlos pasar por restos de Viviana Luna. Además, estos huesos se cotejaron con otros que Herrero también había “encontrado” en Río Gallegos durante la búsqueda de otra mujer desaparecida y el resultado indicó que todos pertenecían a un mismo cadáver: el de un hombre.
El conocido rastreardor vino a la provincia contratado por los familiares de Viviana Luna y luego también fue convocado para que buscara a Abigaíl Carniel (18), desaparecida en Las Heras en abril de 2021.
El 29 de setiembre de 2021 él y sus perros, en un hotel abandonado ubicado en la calle Los Cóndores, a metros del último lugar donde vieron con vida a la mujer, el “perito” y sus canes hallaron - en solo media hora- parte de un cráneo quemado. Además, apareció parte de un monedero y unos papeles donde se señalaba a personas reconocidas en distintos ámbitos de la provincia y se hablaba de un presunto caso de trata de personas.