El femicidio de Lucía Fernández, la adolescente de 15 años asesinada a puñaladas el martes en Maipú, es el quinto registrado en Mendoza en lo que va de 2021. En dos de los casos, la Justicia ya estableció condenas a prisión perpetua, mientras que en el resto se tiene a los imputados a punto de ser enjuiciados, salvo en el último crimen (el acusado es un menor de edad).
Al 26 de agosto, la cifra se acerca a la contabilizada en 2020 y 2019, cuando se lamentaron siete femicidios en cada año. Hasta el 31 de julio de 2021, fecha del último informe, el Observatorio Ahora que Sí Nos Ven reportaba 142 femicidios en Argentina, es decir, uno cada 36 horas, y siete transfemicidios / travesticidios. El 68% de los femicidios fue cometido por las parejas y exparejas de las víctimas, una coincidencia con lo visto en la provincia este año.
Uno por uno, los cinco femicidios que conmocionaron a Mendoza en este 2021:
1. Mercedes Zárate: asesinada frente a su hijo
Era el 14 de enero y la provincia ya comenzaba el lamentable conteo de víctimas de violencia machista. Cuando todavía se recordaba a Florencia Romano, la adolescente de 14 años víctima de grooming y luego asesinada por Pablo Arancibia en diciembre de 2020, Mercedes Margarita Zárate (28) fue ultimada a golpes y con un destornillador en su vivienda de Ugarteche, Luján de Cuyo.
Además de presenciar el deceso de su mamá, su pequeño hijo de 9 años también había sido atacado a golpes. Incluso, el niño, cuando todavía estaba lesionado, recorrió unos dos kilómetros para avisarles a sus familiares sobre el asesinato de su madre.
Los investigadores primero apuntaron como autor a Felipe Huanaco Franco Emanuel, expareja de la víctima que cumple prisión domiciliaria en Godoy Cruz. Sin embargo, el menor señaló a un tal “Roberto”, vecino y residente a dos casas de distancia. López Martínez, como se apellida este joven de 19 años, quedó detenido al encontrarse pruebas y manchas hemáticas en la ropa en su domicilio.
En junio, Roberto López fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de Mercedes Zárate. Fue el juez Horacio Cadile quien avaló un juicio abreviado, después de un acuerdo entre el fiscal Carlos Torres y la defensa del femicida.
2. Abigail Carniel: tres imputados, pero su cuerpo nunca apareció
La joven de 18 años desapareció en Las Heras en abril pasado, cuando bajó de un colectivo en el barrio Sargento Cabral acompañada por una amiga. Abigail, sin embargo, tomó otro camino y no se dirigió a su casa en el asentamiento 12 de mayo: nada más se supo de ella. Su búsqueda comenzó y se prolongó por meses.
Con el correr de las semanas, la esperanza de su familia y de sus amigos por hallarla viva se desvaneció. A falta del cuerpo de la adolescente, una prueba marcó el rumbo de la investigación a cargo del fiscal Torres. Se trató de una serie de escuchas telefónicas en las que un tal “Chupetín” era señalado por su novia como el responsable de matar a Abigail en el marco de problemas con la venta de droga.
“Chupetín” fue identificado como Martín Márquez, quien junto a Matías “Fido” Díaz y Vicente “Tito” Chumancero quedaron detenidos como los únicos tres sospechosos. Como antecedente, “Fido” Díaz hace ya un año estaba en la mira de la Justicia Federal por la presunta organización narco que lideraba en Las Heras. En tanto, a Chumancero se lo señaló como el último que vio en vida a Abigail.
Más de dos meses después de la desaparición, la Justicia finalmente dictó la prisión preventiva. Se imputó al trío por femicidio, delito que tiene como única pena la reclusión perpetua. Los sujetos seguirán presos durante lo que reste de la investigación.
Por su parte, la Nación había ofrecido una recompensa de $1.000.000 por datos sobre Abigail, de quien sus seres queridos ni siquiera han podido despedirse.
3. Daiana Aballay: ataque sexual y asesinato
También para evitar el juicio por jurado, Sebastián Salomón, un joven de 20 años, asumió la autoría y acordó la condena por la máxima pena por matar a Daiana Jazmín Aballay (20). Había sido acusado por homicidio criminis causa en concurso ideal con femicidio y en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de armas.
El femicidio de Daiana sucedió la tarde del 18 de abril, en el interior de su casa, ubicada sobre calle Necochea de Las Heras. Salomón, vecino de la mujer, irrumpió por el fondo e intentó abusar de ella, quien se defendió del ataque. Frente a la resistencia de la víctima, el agresor tomó un machete y le ocasionó heridas en la cabeza, en el cuello, en uno de los senos, en la mano izquierda y en las zonas dorsal y lumbar del cuerpo. Todo delante del hijo de 5 años de la mujer.
Salomón huyó de la casa, mientras que Daiana salió lesionada a la calle en busca de ayuda. Los vecinos trasladaron de inmediato a la joven al hospital Carrillo, donde fue intervenida en el quirófano. Pese a los esfuerzos de los médicos, horas después falleció.
A las pocas horas, la Policía dio con Salomón, quien admitió y confesó el crimen de su vecina. Hasta dijo que había escondido el arma blanca en un corralón, pegado a su casa: el elemento todavía tenía manchas de sangre y cabello.
En un momento se llegó a analizar si Salomón era inimputable desde el punto de vista psiquiátrico, pero finalmente se estableció que fue consciente de su accionar.
4. Griselda Guerra: su femicida tenía dos denuncias por violencia de género
Como en tantos femicidios, Luis Benavides (40), el imputado por acabar con la vida de Griselda Guerra (37), arrastraba un historial de violencia que había llevado a la separación de ambos. Por el hostigamiento, además, la víctima había tenido que dejar su hogar con cuatro hijos y mudarse a San Juan. No obstante, el mes pasado, la mujer decidió regresar a Mendoza para vender la casa familiar y dejar atrás el calvario. Benavides no la dejó hacerlo y la mató a golpes.
Aquel viernes 16 de julio, Griselda había salido de casa para hacer las compras, pero nunca volvió. Desesperados, sus propios hijos empezaron la búsqueda de mamá con publicaciones y fotografías en las redes sociales. Cuarenta y ocho horas más tarde, un vecino del barrio La Favorita (Ciudad) avisó al 911 sobre un cuerpo sin vida en el predio de la escuela El Bosque. Por la época, en un principio se llegó a pensar que podía tratarse de Abigail Carniel, pero tras una prueba comparativa de ADN se determinó con precisión que era Griselda.
Benavides, padre de dos de los hijos de la víctima, quedó detenido. El mismo domingo que apareció el cuerpo, el hombre fue hallado a bordo de un micro en Blanco Encalada. Como tenía síntomas de delirio, de Covid-19 y hasta intenciones de suicidio, fue llevado al hospital Carlos Pereyra en calidad de detenido.
Una vez que le dieron el alta, la fiscal Claudia Ríos notificó a Benavides de la imputación por homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género y quedó tras las rejas. El único sospechoso del caso optó por no declarar ante la funcionaria del Ministerio Público Fiscal.
5. Lucía Fernández: tenía 15 años, salió de casa y jamás volvió
El quinto femicidio registrado en Mendoza tuvo como víctima a Lucía Inés Fernández (15), una adolescente de Santa Blanca, Maipú, asesinada de diez puñaladas y hallada muerta en una finca de Rodeo del Medio.
Gracias a la declaración de unos testigos, los detectives dieron pocas horas después con el presunto autor del crimen, un compañero de escuela de Lucía de apenas 14 años. Ya reconoció la autoría del estremecedor crimen, pero es inimputable.
Una versión indica que si bien ambos se conocían, no está claro si eran amigos o novios. Trascendió que Lucía había salido de su casa aquella mañana para comentarle al menor acusado que estaba embarazada. Por ahora se realizan estudios para establecer si la adolescente atravesaba por esa situación.
El caso de Lucía reveló, otra vez, la ineficacia de medidas y atención por parte de la Justicia. Sus familiares contaron a Los Andes que la chica había sido víctima de un abuso el año pasado.
“Solo pido justicia”, se limitó un desconsolado Fabián, padre de la joven. Como en los anteriores hechos, la sociedad mendocina acompañó con marchas en las calles.
El caso de la anciana abusada que sufrió por meses
Un año después de ser violada y golpeada en su casa de Guaymallén, el 21 de junio murió María Elena Caro, una mujer de 72 años que nunca pudo recuperarse del ataque de Guillermo Peluso (36).
El hombre está imputado todavía por homicidio criminis causa agravado por ser en contexto de violencia de género (femicidio) en grado de tentativa en concurso real con robo simple y abuso sexual agravado. Pero, tras el desenlace de la víctima, la carátula podría cambiar.