“El caso no está cerrado. Seguimos buscando indicios”, dice una fuente policial en relación a un misterioso caso, “policial” para algunos, historia de “aparecidos” para otros: la misteriosa desaparición de un adolescente en el cementerio de San Carlos, lugar al que ingresó para buscar una pelota de fútbol.
“La declaración de los cuatro testigos coincide pero no dieron su identidad. Todos dicen que dijo llamarse “Chucky” y al momento de describirlo dicen que era moreno, de pelo negro y feo”, sostiene el investigador consultado.
Todo empezó en la tarde-noche del viernes 23 de diciembre pasado cuando ingresó al 911 una denuncia sobre un chico que había desaparecido tras ingresar al cementerio de San Carlos, ubicado en Cobos y Libertad del departamento del Valle de Uco.
Minutos más tarde llegó al lugar personal de la Comisaría 18 que consultaron a los denunciantes, cuatro adolescentes de 12, 13 y 15 años. Los chicos dijeron entonces que estaba afuera del cementerio cuando apareció un joven de esa misma edad, aproximadamente, con una pelota de color negro y les propuso jugar.
En eso estaban cuando alguien con pocas dotes futboleras pateó y tiró el balón adentro de campo santo. Entonces el dueño de la pelota dijo que la iba a buscar y ágilmente escaló el muro e ingresó al cementerio.
Los otros jugadores se quedaron esperando el regreso cuando inesperadamente sintieron unos gritos por lo que, asustados, fueron a avisarles a sus padres y luego llamaron a la policía.
Los uniformados entonces ingresaron al cementerio y no encontraron al chico por lo que se decidió dejar una consigna policial que, junto al sereno, buscaron durante toda la noche.
Al día siguiente, por órdenes de un ayudante fiscal del Valle de Uco, todo el personal de lugar y varios policías volvieron a “peinar” el lugar, buscando entre las tumbas, nichos y panteones en los que consideraron podría haber caído. El resultado fue negativo.
En ese momento, el Ministerio Público Fiscal ya había abierto un expediente con la caratula “averiguación paradero N.N”. Se volvió a entrevistar a los chicos que volvieron a dar la misma versión. Al momento de describirlo coincidieron que era de su misma edad y altura, flaco, moreno, de pelo negro, no de rasgos norteños y “feo”.
Al no tener la identidad, los investigadores consultaron la lista de personas desaparecidas en el Valle de Uco en los últimos tiempos y no encontraron a nadie con esas características.
¿Un espectro, un aparecido?
“Por lo pronto se sigue investigando todo dentro de lo coherente”, aclara el investigador y entonces deja abierta la puerta para que se le pregunte por lo “no coherente”. Entonces aparecer fantasmales historias.
“Han surgido algunos comentarios de algunas personas que hablan de aparecidos, fantasmas y espectros pero cuando los llaman a declarar dicen que no dijeron nada”, afirma el entrevistado.
Algunas personas mayores dicen que en ese cementerio se ha visto alguna vez a una chica que desaparece en la puerta. Otros recuerdan la historia de un joven que una noche fue a bailar, conoció a una chica y le prestó una campera porque llovía y hacía frio y cuando volvió al lugar donde la dejó, preguntó por ella y le dijeron que había muerto. Entonces fue al cementerio y sobre la tumba encontró la campera.
En fin, historias que se escuchan en todos los pueblos y que en las ciudades se las conoce como leyendas urbanas. Sea lo que fuere, hoy, diez días después de la desaparición de “Chucky”, nada se sabe de él, ni de su pelota negra.
