Caminaba muy campante por las calles céntricas de Tupungato. Llevaba colgando una mochila pero la actitud sospechosa con que se movía no pasó desapercibida por efectivos de la Unidad Especial de Patrullajes, que decidieron frenarle el paso. En el bolso llevaba más de 30 cinturones que había robado minutos antes.
La llegada de la oscuridad daba un poco de respiro a la sofocante jornada del lunes. Eran alrededor de las 20 cuando un hombre de 35 años de edad fue interceptado por policías. Luego de identificarlo, los uniformados revisaron las pertenencias del sospechoso. Así constataron que en una mochila llevaba 33 cinturones de distintas medidas, modelos y colores.
Según indicaron fuentes policiales, al ser consultado por el origen de los accesorios, la respuesta del sospechoso fue contradictoria: al principio manifestó que los estaba vendiendo y después indicó que se los habían dado. Ante esta situación, los efectivos resolvieron trasladado a sede judicial en averiguación de los hechos.
Las sospechas de los policías terminaron de confirmarse tan sólo uno minutos más tarde. Es que a la dependencia llegó el dueño de un local ubicado en calle Belgrano, entre Alberdi y Mosconi. La víctima denunció el robo de los cinturones del interior de su comercio, aunque admitió desconocer la identidad del responsable. Sin embargo, luego reconoció los accesorios secuestrados como de su propiedad.
El aprehendido quedó alojado en los calabozos, a disposición de la Justicia.