Tras agonizar 18 días, Orlando Reyes falleció en una cama de terapia intensiva del hospital Schestakow, en San Rafael. El último día de vida alcanzó a despertar y, aunque no pudo emitir palabras, lloró al ver a su esposa y a su hija acompañándolo. El hombre de 68 años había sufrido una fractura en el cráneo, luego de que el camionero Pedro Antonio Millán lo atacara con una maza frente a policías de la Unidad Especial de Patrullajes. El chofer fue imputado por el homicidio.
Reyes vivía sobre la ruta nacional 146, frente al puesto de Gendarmería Nacional de Monte Comán. Se trata de un punto en el que hay gran movimiento de camiones, por eso es común que los choferes paren allí a pasar la noche ya que, además, lo consideran un lugar seguro.
Los vecinos suelen quejarse porque a veces, cuando se juntan muchas unidades, los choferes hacen ruidos y hasta orinan en las orillas de algunas viviendas. Ese mismo motivo era el que desvelaba a Reyes, hasta que en la madrugada del pasado 5 de noviembre no aguantó y salió de su casa decidido a enfrentar al chofer de un camión que había parado justo en la casa donde vivió durante más de 30 años.
Según se pudo reconstruir en la pesquisa, habían pasado 30 minutos de las 2 cuando Reyes salió a la calle y se enfrentó a Millán. Tras una fuerte discusión, el jubilado comenzó a arrojarle piedras con una gomera al parabrisas del enorme vehículo y en ese mismo momento un móvil de la Policía que patrullaba la zona se detuvo para intentar frenarlo.
Pero mientras los uniformados contenían a Reyes, Millán bajó del camión con una maza de madera y se la asestó en la cabeza al sexagenario. Reyes se desvaneció en el suelo y la sangre formó un charco a su alrededor. Los oficiales se llevaron al camionero a la comisaría, mientras que a la víctima la trasladó una ambulancia al hospital.
Los médicos le diagnosticaron “fractura parietal izquierda con hematoma subdural y hemorragia subaracnoidea”, por lo que fue ingresado de inmediato a terapia intensiva, donde agonizó por más de 15 días.
Homicidio y pericias en espera
La investigación judicial comenzó el mismo día del ataque y quedó en manos del fiscal Javier Giaroli, quien acusó de tentativa de homicidio a Millán. El camionero quedó detenido y se ordenó que cumpliera prisión domiciliaria en su casa del departamento de San Martín, donde quedó vigilado con pulsera de monitoreo.
No obstante, en cuanto ocurrió el deceso de Reyes, el destino del chofer tuvo un giro. La carátula de la causa cambió a homicidio y con ello se ordenó una nueva audiencia para que el imputado sea trasladado al penal.
Sin embargo, para tomar esa decisión hay que esperar los resultados de la necropsia al cuerpo de Reyes. Esto porque, cuando el jubilado ingresó al centro asistencial, los médicos aseguraron que las primeras 48 horas eran cruciales, pero el hombre sobrevivió a ese lapso y falleció muchos días después. Serán los peritos del Cuerpo Médico Forense quienes determinen si la causa de muerte fue el mazazo en la cabeza.
Además, la situación procesal se agravó luego de que los primeros análisis que llegaron a manos de los sabuesos determinaran que Reyes estaba alcoholizado y que Millán tenía cocaína en sangre.
Un vecino muy querido
A través de Facebook, Vanesa, la hija de la víctima fatal, publicó diferentes estados desde el día del ataque. Desde cadenas de oración, hasta fotos en la sala del hospital. “Llama”, como lo llamaban los vecinos de Monte Comán, era un ciudadano muy querido, por lo que su muerte sacudió a la pequeña comunidad ubicada al Oeste del departamento.
El miércoles, su papá había despertado pero no pudo decir palabra alguna. Sin embargo, al verla a Vanesa junto a su madre, unas lágrimas rodaron por sus mejillas y minutos después murió.
“Acaba de fallecer mi padre, ‘el llamita’. Prometo que haré justicia y me ocuparé de ese asesino”, fue el último posteo de Vanesa, al que sumaron decenas de allegados reflejando su dolor a través de las palabras y sumándose al pedido de justicia.