El humorista mendocino Juan “Cacho” Garay negó haber sometido a fiestas sexuales a su esposa Verónica “Bambi” Macías Bracamonte, quien lo denunció recientemente por violencia de género y se encuentra alojada en un refugio de mujeres. Aseguró estar a derecho y salir a la calle con la frente en alto, pidiendo disculpas al público que lo acompaña siempre y agregando: “Tengo la conciencia tranquila”.
Cacho Garay fue entrevistado este viernes en “Desayuno americano” (América TV) tras ser liberado bajo fianza de $1 millón, pese a seguir imputado por los delitos de “amenazas agravadas por el uso de arma en contexto de violencia de género y tenencia ilegítima de armas de uso civil”.
“Se dicen cosas que no tienen nada que ver”, lanzó el humorista al ser consultado por la conductora Pamela David sobre los detalles del caso.
Vale recordar que el comediante tuvo un allanamiento en su casa, donde le secuestraron dos escopetas, dos fusiles, una pistola de gas comprimido (sin documentación), un machete de hierro de 40 centímetros de largo y un hacha con hoja de hierro.
“Después de la temporada veraniega, íbamos a hacer Semana Santa en Carlos Paz. Ella (Bambi) tenía una mala influencia con una persona cercana, la ponía mal, una amiga con unos problemas. Se separó de esa amiga, hasta tuvo que hacer terapia, la abandonó, le sugirieron que siguiera con un neurólogo. No hizo varias funciones por esto. En Villa Gesell estuvo internada por unos episodios parecidos al pánico. Y yo estuve ahí con ella. También estuvo internada con las últimas diez funciones en Las Grutas, estuvo mal en observación”, relató el comediante al aire, acompañado por su abogado desde su casa en Mendoza.
La panelista Julieta Navarro le recordó a Cacho Garay que “Bambi” habló de un episodio de violencia puntual en Carlos Paz que provocó la denuncia después de supuestos años de maltrato y que él la habría obligado a su esposa a participar en fiestas sexuales.
“Eso es un espanto. Lo niego rotundamente. Me resulta vomitivo”, respondió el humorista.
Navarro insistió con la violencia psicológica, física y hasta económica denunciada por la mujer. Entonces, Cacho se defendió con críticas a su esposa: “Ustedes pueden consultar a cualquier compañía el trato diferencial que ha tenido ella en el teatro. Yo no puedo creer que esta sea la persona (Bambi) con la que estaba viviendo, compartiendo la música, el teatro, los viajes, el rescate de los perros. No puedo creer que se trate de la misma persona”.
El humorista insistió: “Niego absolutamente todo lo denunciado. No estoy al tanto de la pericia psicológica. Sé cosas de su infancia y adolescencia que le han pasado”.
Respecto al incidente en un hotel de Córdoba, Garay declaró que “el doctor tiene todas las pruebas que tiene ver con eso”, en referencia a su abogado, Daniel Romero.
Sobre la situación en sí, Garay explicó que se enteró mientras charlaba con la denunciante, y que él mismo le proporcionó alojamiento, comida y transporte en el hotel. “Me dijo que no tenía plata y le transferí el dinero. Ella viajaba de regreso a casa el lunes, todo normal. Lo otro me sorprende aquí en Mendoza”, afirmó Garay.
En relación a la cancelación de sus shows, el comediante expresó su pesar por la situación: “Como sucede siempre en este bendito país, la fuente de trabajo en este momento está en cero. Todo lo programado quedó bajado. De acuerdo con todos los productores, decidimos bajar”.
“Yo no tengo miedo a un escrache. La calle principal de Luján de Cuyo era una caravana, con gritos de apoyo. Los productores consideran que, hasta no aclararse la situación, hay margen de dudas que pueda perjudicarnos. Yo había dicho ‘sí, vayamos a cada fecha’”, destacó.
Por último, Garay aseguró estar a derecho y salir a la calle con la frente en alto, pidiendo disculpas al público que lo acompaña siempre y agregando que “tengo la conciencia tranquila. La tristeza es por los familiares que son los que más sufren este tipo de cosas”.
El descargo de la esposa de Cacho Garay desde el refugio
A través de Instagram, “Bambi” Macías grabó un video y lo compartió este viernes por la mañana. Lo hizo desde un refugio donde se encuentra alojada y asistida psicológicamente, luego de la denuncia por violencia de género contra Cacho Garay.
“Quiero agradecer a todas las personas que se preocuparon por mí. Voy a hablar cuando me sienta bien, cuando me sienta capaz de poder hablar porque es un momento muy difícil para mí. Tuve que ser muy valiente para hacer lo que hice”, dijo.
“No tengan miedo de hablar. Cuesta hablar, pero se puede salir adelante. No hay que tener miedo”, recomendó a otras personas que sean víctimas de violencia y necesiten ayuda.