La Justicia y la Policía buscan a un hombre de 30 años que fue denunciado por su ex esposa por abusar sexualmente de la pequeña hija de ambos. La Fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual comenzó una investigación y, tras una serie de pericias, ordenó la detención del acusado, pero cuando fueron a buscarlo a su casa en Ciudad, se había ido. Su padre fue condenado por un hecho similar y huyó mientras cumplía con la prisión domiciliaria en 2011.
Efectivos de la Policía, junto con autoridades judiciales, llegaron al domicilio del acusado durante esta semana con la orden de detención en mano. Había sido emitida por la fiscal Virginia Rumbo, luego de que le llegaran los resultados de las pericias psicológicas realizadas a la menor a través de la cámara Gesell.
Las mismas arrojaron indicadores de la existencia de un abuso sexual, por lo que se ordenó la captura del presunto autor, precisaron a Los Andes fuentes judiciales. Sin embargo, cuando llegaron al domicilio del sindicado en la Sexta Sección de Ciudad, el hombre ya no estaba, así como tampoco algunas de sus pertenencias.
Fue entonces que la representante del Ministerio Público Fiscal libró un pedido de captura nacional para dar con el hombre en cuestión, ya que puede haber abandonado la provincia.
Sobre su paradero no hay registros, no obstante, la ex esposa del sindicado y madre de la pequeña víctima le dijo a la fiscal Rumbos que el sujeto “le ha hecho trasferencias y se ha comunicado con ella por redes, pero no dice dónde está”, precisó la misma fuente a este diario.
El abuso habría ocurrido en agosto del año pasado, pero la denuncia se realizó hace pocos días. Familiares y amigos de la denunciante escracharon al supuesto abusador en las redes sociales pidiendo que, si alguien lo ve, avise al 911 para aportar datos.
De tal palo...
Como si fuera el guión de una película escalofriante, el acusado parecería repetir la misma historia de la cual su padre fue protagonista.
En noviembre de 2011, el padre del ahora buscado fue condenado a ocho años de prisión al ser hallado culpable de “abuso sexual gravemente ultrajante” contra un joven con síndrome de Down en Guaymallén.
Más tarde, cuando le otorgaron la prisión domiciliaria para terminar de cumplir la condena, el hombre se escapó de su casa, el mismo patrón de conducta que parece haber repetido su hijo 12 años después.
Según pudo reconstruir la pesquisa en aquel momento, en julio de 2010 el hombre había “secuestrado” al muchacho mientras caminaba por la calle Murialdo. Lo subió a su camioneta y lo llevó a su casa, donde cometió el delito.
La víctima le contó a un comerciante de la zona, quien llamó al 911 y tras ello se inició una investigación en la que varios cotejos de ADN fueron pruebas irrefutables.