La causa por el asesinato en el “bulo” del Centro durante un asalto, logró ayer el segundo detenido. Se trata de un muchacho que fue arrestado en Guaymallén y que se suma a la joven capturada una semana antes. Dos adolescentes se entregaron pero son inimputables, mientras que la Policía sigue tras dos prófugos, un menor de 16 años señalado como el autor material del crimen y otra mujer.
Marcos David Figueroa (36) fue ultimado de un balazo en la cabeza el domingo 31 de mayo pasado en una propiedad ubicada en calle Patricias Mendocinas casi Colón, de Ciudad, donde presuntamente funciona un lugar destinado a la prostitución. La víctima vivía ahí y haría las veces de guardia seguridad.
El modus operandi de los agresores, la actividad que allí se desarollaría y los antecedentes por droga del fallecido, hicieron que la primera hipótesis del caso fuera un “ajuste de cuentas” y deudas por dinero. Sin embargo, días después tomó fuerza la hipótesis del robo.
El hombre quiso resistir el asalto de cuatro sujetos que llegaron durante la siesta de aquella jornada. Tres mujeres que residen en la propiedad fueron testigos del hecho y declararon que les robaron bolsos, pares de zapatillas y teléfonos celulares. Antes de fugarse, el chico de 16 años le disparó en la cabeza a Figueroa, quien agonizó algunas horas en el hospital Central.
Cámaras de seguridad registraron los movimientos de los ladrones y revelaron que dos mujeres esperaban afuera con dos remises que habían contratado para llegar al lugar.
Los asaltantes salieron del barrio San Martín y se dirigieron hasta ese punto del Centro con el dato de que encontrarían mucho dinero. La información no era certera y su accionar terminó en tragedia.
La captura de la “datera”
El trabajo de los investigadores los llevó a identificar a los sospechosos a través de las imágenes y avanzaron en los arrestos. La primera detención se dio el jueves 4 de junio en Guaymallén. Entonces cayó Camila Ibarra (20), imputada por homicidio criminis causa -matar para ocultar otro delito- en concurso real con robo agravado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda, y por la participación de menores.
Esta mujer cumplía un rol clave en la banda, ya que había trabajado en esa casa de calle Patricias Mendocinas y conocía los movimientos. Ella les dijo al resto de los delincuentes que de allí podían llevarse mucho dinero.
Tras su imputación, en los últimos días ante la fiscal Claudia Ríos se presentaron dos chicos de 15 años admitiendo su participación en el crimen. Al ser inimputables, intervino el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) para casos de menores judicializados y regresaron con sus familias.
En tanto, ayer a la tarde atraparon en el asentamiento BAP de Rodeo de la Cruz a Martín Saravia (20), que fue trasladado a la comisaría Primera y hoy será imputado por el mismo delito que Ibarra, con pena única de prisión perpetua.
Ahora los pesquisas van por el chico de 16 años -imputable y a quien le endilgarán la autoría del crimen- y por otra joven identificada como María Fernanda Álbares. Los dos están con pedido de captura y cuando sean detenidos se cerrará el círculo de acusados.