A la espera de futuras detenciones, la fiscalía de Homicidios reúne pruebas y reconstruye las últimas horas de vida de Carlos Alberto Leiva (60), asesinado en su departamento del barrio Cano de Ciudad, el pasado 2 de julio. Las últimas novedades del caso arrojan un dato que refleja la brutalidad del hecho: la víctima recibió más de 30 puñaladas.
Al despacho de la fiscal Andrea Lazo llegó recientemente el resultado completo de la autopsia, que detalla exactamente 32 heridas de arma blanca en el cuerpo del fallecido. Si bien no todas fueron mortales, el agresor le propinó esa cantidad de cortes, sobretodo en la zona del cuello, la espalda y el pecho.
A pesar de esa gran cantidad de lesiones, el hombre resistió varias horas y murió la noche de aquel jueves, hace dos semanas. Se estima que lo atacaron en la madrugada y en la mañana la Policía lo encontró bañado en sangre en el departamento, aún consciente.
Fue una vecina del monoblock “N”, ubicado en calle Los Tilos al 2700, quien notó las manchas de sangre en el pasillo; golpeó la puerta de Leiva y éste no respondió, por lo que decidió llamar al 911. La víctima fue trasladada al hospital Lagomaggiore, donde murió alrededor de las 20.30.
Visitas de jóvenes
Gracias a la declaración de los vecinos, los investigadores de la causa han podido establecer cuáles eran los movimientos habituales de Leiva y con quiénes se relacionaba. Sobre esto último, trascendió que frecuentemente era visitado por chicos jóvenes, e incluso también por menores. Con algunos de ellos habría tenido una relación sentimental.
Si bien era un hombre tranquilo que vivía solo, “tenía una vida social muy activa”, aseguró un detective judicial. Ante esto es que creen que la noche del crimen hubo muchas personas en su propiedad y con una de ellas tuvo una discusión que terminó en el violento ataque a cuchillazos. La saña con la que lo hirieron sorprende a los investigadores, por lo que no descartan una bronca anterior.
La hipótesis de la presencia de muchos jóvenes durante esa madrugada en la escena del crimen, se sostiene porque Policía Científica logró recolectar varias huellas diferentes. Hay optimismo en la fiscalía en la identificación de quienes estuvieron allí, para luego individualizar al autor.
Incluso hay un dato certero, y es que cuando Leiva era llevado al hospital mencionó el nombre de quién lo habría agredido. Los pesquisas entienden que es cuestión de días para lograr detenciones por el caso. El arma homicida no ha sido encontrada.
