El alcohol que había corrido y las herramientas que utilizaron para dirimir sus disputas provocaron la muerte de un hombre, que resultó con el cráneo fracturado. Los protagonistas de la brutal trifulca son dos familias de trabajadores rurales que el último domingo se enfrentaron con hachas, mazas y fierros en Tupungato. Tres hombres permanecen internados y su padre falleció a raíz de las heridas sufridas.
La mañana del domingo llegaba a su fin. Las luces se iban apaciguando en la siesta y el alcohol que compartían cinco integrantes de la familia Subelza en un callejón del loteo Vigoloti -ubicado en calle Filippini de Tupungato- se iba vaciando de las botellas.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos a la que accedió Los Andes de fuentes oficiales, la paz se quebró cuando al menos cinco miembros de la familia Cortéz llegaron al callejón y comenzaron a discutir con los Subelza. Entonces se desató una riña encarnizada que tendría consecuencias fatales.
Según un reporte policial, fueron botellazos y los cortes provocados por esos vidrios rotos los que causaron las severas lesiones. Otras versiones hablan de la utilización de fierros y hasta hachas y mazas como armas para la salvaje y repentina batalla. En cuestión de minutos, todos los contrincantes resultaron heridos y se separaron cuando un llamado al 911 alertó a la Policía y un móvil llegó al lugar.
Cuando los uniformados constataron los hechos, solicitaron la presencia de ambulancias del Servicio de Emergencias Coordinado, que asistieron a los heridos y comenzaron el traslado a diferentes hospitales.
Antolín Subelza sufrió los daños más severos. El hombre de 52 años ingresó al hospital Central con traumatismo encéfalocraneano (TEC) grave con pérdida de conocimiento, fractura de cráneo y traumatismo facial en ambos ojos.
Su hijo Guillermo Gonzalo Subelza (28) fue trasladado al mismo centro asistencial con TEC grave con fractura de órbita (zona ocular) y otorragia (sangrado en los oídos).
Leandro Subelza (29) ingresó al hospital Scaravelli, de Tunuyán, con traumatismos graves, fractura de costillas y fractura expuesta del brazo derecho.
Carlos, un hombre de 32 años y también hijo de Antolín Subelza, fue hospitalizado con TEC grave y fractura de cráneo con hundimiento.
Tras la pelea también resultó herida la adolescente de 16 años Milagros Subelza, quien sufrió cortes en su pierna derecha.
Cinco detenidos
Mientras los heridos eran asistidos, policías aprehendían a tres sospechosos en el lugar de los hechos y desde la Justicia se ordenaba que se instalaran consignas policiales en las habitaciones que ocupaban las víctimas, que peritos de Policía Científica trabajaran en el callejón y que se secuestraran las prendas de los lesionados y algunos fierros y herramientas con lo que parecían manchas de sangre.
Cuando faltaban unos minutos para las 21 del domingo, efectivos de la Unidad Investigativa de Tupungato arrestaron a un joven de 24 años de apellido Cortéz y a un pariente de 49 años con el mismo apellido, presuntamente involucrados en el hecho. Ambos fueron aprehendidos en el hospital General Las Heras cuando se hacían asistir y luego trasladados a la comisaría 20.
La causa se siguió instruyendo a buen ritmo y poco después se realizaron dos allanamientos: uno en la manzana “B” del barrio El Portal, donde fue aprehendido un joven de 23 años de apellido Barroso, que se encontraba en la vereda, y otro en la manzana “D” del mismo vecindario, en el que fue arrestado un hombre de 51 años miembro del clan Cortéz. En esta última casa, efectivos de Policía Científica secuestraron un par de zapatillas para buscar manchas hemáticas y un celular.
Cambio de carátula
Mientras Antolín Subelza aún agonizaba, la carátula del expediente cambió a “averiguación homicidio en grado de tentativa”. Horas después, desde la guardia policial del hospital Central informaron que el hombre tenía muerte cerebral. Finalmente, en la mañana de ayer falleció, por lo que el caso es investigado como homicidio simple.
El fiscal Jorge Quiroga, a cargo de la causa, imputará en las próximas horas a los detenidos por homicidio simple y lesiones graves. De todos modos, es probable que la carátula del expediente mute a “homicidio en riña”, delito excarcelable. Además, al no tener antecedentes, los imputados quedarían en libertad aunque todo dependerá del rumbo de la pesquisa.