El miércoles próximo la Justicia condenará al Andrés “el Fachi” Alcaraz Sosa –acusado por el asesinato de Pablo Damián Cataldo (23), ocurrido en 14 de diciembre de 2022 en un kiosco de Luján- por dos delitos menores, en tanto que el sospechoso volverá a ser juzgado nuevamente por un tribunal popular por el delito de homicidio agravado.
Este miércoles, en una audiencia de cesura el juez técnico Mauro Perassi fijara las penas que Alcaraz deberá cumplir por abuso de armas y coacciones.
El 25 de noviembre “El Fachi” comenzó a ser juzgado por estos dos delitos y también por el asesinato de Cataldo en la modalidad de juicio por jurados. Pero el jueves pasado, tras deliberar durante horas, los 12 miembros del jurado, encontraron culpable a hombre de forma unánime por abuso de armas y coacciones, pero no se pusieron de acuerdo en relación al asesinato, por lo cual el juez declaró “estancado” ese delito.
Tal como establece la ley, la Fiscalía de Homicidios decidió –de forma inédita- sostener la acusación por homicidio agravado, por lo que dentro de 30 días volverá a realizarse otro debate con otro jurado.
Las posiciones de la Fiscalía de Homicidios
La posición de la fiscalía es novedosa y se suma a otros dos, distintas, que asumió en otros dos casos estancados: en uno sostuvo que el jurado es soberano y por lo tanto la fiscalía debe acatar la decisión; en el otro, se argumentó una cuestión técnica: un acusado no puede ser juzgado por dos veces por el mismo delito.
En mayo de 2019, una mujer que sufría violencia de género fue juzgada por el asesinato de su pareja con un arma blanca. El jurado no logró ponerse de acuerdo de forma unánime por los dos caminos posibles: culpable o inocente. El caso quedó “estancado”.
“Sometimos el caso ante la soberanía del pueblo. Adelanto desde ya que el Ministerio Público Fiscal no va a insistir con una celebración de un nuevo juicio porque debe primar la soberanía del pueblo. Es el fiel reflejo de la sociedad, y su decisión es perfectamente respetable”, dijo en la ocasión el jefe de la fiscalía de Homicidios Fernando Guzzo y se cerró así el caso: la mujer fue absuelta.
Una situación diferente se dio con el recordado caso de “la bruja y la viuda”. En setiembre de 2022, el tribunal no logró un veredicto de forma unánime y ambas mujeres fueron décadas absueltas por el asesinato de un médico, ocurrido en abril de 2019.
Ante el estancamiento del veredicto, el juez técnico decidió consultarle a la fiscalía de Homicidios qué decisión tomarían. Ante la consulta, la fiscal Claudia Ríos solicitó llamar a su jefe Fernando Guzzo quien no estaba presente en ese momento.
Minutos después la representante del fiscal le indicó al juez que el jefe de los fiscales de Homicidios decidió no continuar con el debate basándose en el principio de “ne bis in idem”, que significa que nadie podrá ser juzgado dos veces por el mismo delito.
Se viene el juicio por homicidio
Con este panorama, dentro de un mes Alcaraz Sosa volverá a ser juzgado por el asesinato del joven Cataldo, quien perdió la vida el 14 de diciembre de 2022 en Luján.
Según las primeras versiones sobre el caso, ingresó a la línea de emergencia 911 denunciando que en un negocio ubicado en la esquina de La Unión y Esperanza, del barrio Virgen de Guadalupe, se habían escuchado una serie de disparo y que había sido herido un joven que atendía en ese momento.
Según declararía luego una mujer de 34 años de apellido Vélez- el joven Cataldo se encontraba atendiendo y entró un hombre, cruzó algunas palabras y luego comenzó a disparar varias veces contra la víctima.
Según las pericias realizadas posteriormente por los efectivos de la Policía Científica, la víctima recibió dos disparos a la altura del pecho, con orificio de entrada y salida que había salido de una pistola 9 milímetros, según pudo establecerse por las vainas encontradas en la escena del crimen.
Cuando llegó el médico del Servicio de Emergencia Coordinado (SEC), constató que Cataldo ya había muerto. El joven, sin antecedentes penales, le alquilaba una habitación a la dueña de casa y además atendía el negocio que estaba abierto durante las 24 horas de día.
Los investigadores obtuvieron otros datos como que el agresor llegó al lugar en un auto que tenía como apoyo una camioneta e incluso algunos señalaron al autor del hecho con nombre y apellido.
Toda esta información sirvió para sostener la hipótesis central de caso: que el homicidio es la punta visible de una pelea entre bandas que se disputan la zona para vender estupefacientes. Los vecinos los llaman: “los Vélez” y “los López”.