Asesinato del ciudadano boliviano en Lavalle: lo mataron para robarle y ya hay dos detenidos

Dos sospechosos fueron imputados por homicidio criminis causa por el crimen de Ariel Oropeza.

Asesinato del ciudadano boliviano en Lavalle: lo mataron para robarle y ya hay dos detenidos
Imagen ilustrativa / archivo

El asesinato de un ciudadano boliviano ocurrido el miércoles en Lavalle ya tiene dos detenidos y para la fiscalía de Homicidios se trató de un crimen ejecutado para tratar de cubrir el robo de dinero.

La fiscal Andrea Lazo imputó hoy a Diego Iván Bazán y Matías Gustavo Herrera por los delitos de robo agravado y homicidio criminis causa por la muerte de Ariel Oropeza Acuña y los envió al penal, según informaron desde el Ministerio Público Fiscal.

Las armas secuestradas durante uno de los allanamientos por el crimen de Ariel Oropeza Acuña.
Las armas secuestradas durante uno de los allanamientos por el crimen de Ariel Oropeza Acuña.

El homicidio se produjo el miércoles por la noche en el Loteo Oliva, casa 19, de Villa Tulumaya, Lavalle donde reside el tío de la víctima junto a su pareja. En un primer momento el caso resultó confuso ya que la víctima fue abandonada en sus familiares en el hospital Sicoli de Lavalle.

Según los investigadores fueron 5 los sujetos que llegaron a la vivienda de la víctima en el barrio Los Olivos. Tres descendieron de la Renault Kangoo roja para hablar con los dueños de casa y comienza una riña donde la victima es herida en la zona abdominal con un arma de fuego y luego se llevaron el dinero que encontraron y que sería producto de la venta de droga.

Esta mañana se realizaron tres allanamientos: en el primero, en el barrio Jorge Newbery manzana A casa 42 de Las Heras, se detuvo a Diego Iván Bazán, y se secuestraron 150 mil pesos y 2 pistolas, Bersa calibre 22.

El segundo allanamiento se hizo en el barrio Esperanza manzana B casa 8 de Las Heras y el tercero en el barrio Jorge Newbery, lote 17, donde se procedió a la detención de Matías Gustavo Herrera, y el secuestro de un arma calibre 45, un arma 9mm marca Browning, un revolver calibre 32 conteniendo y un inhibidor de señal Motorola.

Uno de los detenidos por el crimen de Ariel Oropeza Acuña
Uno de los detenidos por el crimen de Ariel Oropeza Acuña

Todas la armas secuestradas serán peritadas para ver si alguna es el arma homicida. Es que en la escena del crimen policía científica recogieron vainas de proyectiles calibre 12.70, 9 milímetros, 22 y 45, por lo que se deberá hacer un cotejo balístico.

El caso de Oropeza

Cerca de las 21.20 ingresó un hombre herido con arma de fuego al hospital Sícoli por lo que intervino la policía en el caso. En ese momento se pudo saber que el baleado había sido llevado por una persona que dijo ser su tío, a bordo de una moto de 150 cc de color negra y acompañado por otra persona. Habían dejado la víctima y se habían retirado del lugar.

Mientras tanto, en la guardia, los médicos asistieron al hombre que tenía tres heridas de arma de fuego: una en el pecho, con orificio de entrada y sin salida; y dos en un hombre con orificio de entrada y salida. Frente a la gravedad del caso se decidió el traslado al hospital Central de Ciudad.

Minutos más tarde llegó al hospital una mujer que contó que su hermano, Roberto Acuña, había recibido un llamado de un hombre que le informaba que su sobrino – Ariel Oropeza Acuña, de nacionalidad boliviana- había sido herido y llevado al hospital. La mujer contó que su sobrino había llegado de Bolivia, en enero y no lo veía desde el domingo.

Los policías que están al cargo del caso fueron hasta una vivienda ubicada en la ruta 24 al 1300 y entrevistaron a la esposa del tío de la víctima, que sostuvo que un hombre al que no conocía le había comunicado la novedad y que no sabía nada de su esposo.

Cerca del as 22, desde el nosocomio se informó a la Oficina fiscal 6 que Oropeza había fallecido y el caso pasó a la órbita de la fiscal de Homicidios, Andrea Lazo.

Las primeras investigaciones sobre el caso permitieron dar con Edgar Ibarra, el tío de la víctima, domiciliado en loteo Oliva, en Villa Tulumaya quien declaró que por la tarde “había estado consumiendo bebidas alcohólicas junto a su sobrino y tres amigos”. En un momento fue al baño y cuando volvió observó a su sobrino herido, por lo que comenzó una discusión con Diego Bazán y otro sujeto llamado Martín, quienes estaban armados y le pidieron dinero para luego escapar del lugar en un utilitario rojo.

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