Un joven de 26 años de edad con numerosos antecedentes por robos y hurtos fue encontrado sin vida esta tarde en un descampado en Las Heras. Luego se comprobó que fue asesinado de un disparo en el pecho.
Un llamado a la línea de emergencias 911 que ingresó a las 17 de este martes les informó a los uniformados sobre la presencia de un cuerpo en un baldío ubicado en el cruce de calle Jorge Newbery y Bajada Blanca, en el departamento norteño. Quien llamó precisó que el muchacho no tenía signos vitales.
Cuando una comisión policial llegó al lugar, los uniformados constataron que un hombre yacía boca arriba sobre el árido suelo. A simple vista, los policías no notaron signos de violencia.
Minutos después llegaron a la escena del crimen médicos del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC), quienes constataron el deceso del joven, que luego fue identificado como Franco Emanuel Orosco Morales, quien el próximo 23 de mayo cumpliría 27 años.
Luego fue el turno de los peritos de Policía Científica, quienes analizaron el cadáver y constataron que presentaba una herida de arma de fuego en el tórax, sobre el costado derecho, con orificio de entrada sin salida. Es decir que el plomo que terminó con la vida de la víctima quedó alojado en su cuerpo.
Una vida ligada al delito
Cuando el nombre de Franco Orosco comenzó a irradiarse por la frecuencia policial, una vez identificado el cuerpo, muchos de los investigadores sabían de quién estaban hablando. Es que, si bien no había sido un delincuente “pesado”, acumulaba varias causas a su nombre y era conocido en el barrio Olivares, de Ciudad, donde residía.
Robos y hurtos, agravados por el uso de arma de fuego o por escalamiento, esta última su “especialidad”, figuran en el prontuario del joven asesinado esta tarde. El primer expediente con su nombre data de septiembre de 2017, cuando tenía 19 años, por desobediencia a la autoridad, según revelaron fuentes de la investigación.
Este devoto del Gauchito Gil y de San la Muerte, como atestiguaban los tatuajes diseminados por su cuerpo, sumó otra causa un mes después por hurto simple. Y sólo unos días más tarde, otra por robo agravado por el uso de arma de fuego.
Orosco siguió cometiendo delitos y acumulando causas en su registro, por lo que en febrero de 2019 sumó una por robo simple y en abril de ese año, otra por robo agravado por escalamiento, su método favorito para hacerse de lo ajeno.
Un expediente por robo agravado por escalamiento en grado de tentativa y otro por hurto agravado de vehículo dejado en la vía publica se incorporaron al prontuario de este joven en junio de 2019. Y en agosto de ese año fue investigado por otro hurto agravado por escalamiento.
Finalmente, en junio del año pasado se registró la última causa en su contra, esta vez por hurto simple en grado de tentativa. Orosco estuvo preso en tres penales provinciales durante su corta existencia: San Felipe, Almafuerte y el de Boulogne Sur Mer.
Teniendo en cuenta sus antecedentes y por las características de su ejecución, los sabuesos han comenzado a rastrear en el pasado de la víctima para poder dar con su homicida y por estas horas se inclinan a pensar en un “ajuste de cuentas”.