Tiene 51 años. Su modus operandi era siempre el mismo: desde 2018 citaba a hombres en el Hipódromo de Palermo, ubicado en Buenos Aires, y luego, con la confianza ganada, iba con ellos a sus viviendas. Una vez allí actuaba de forma rápida. Sus “presas” caían completamente dormidas tras ser sometidas a un potente somnífero. Inmediatamente les sustraía el dinero y objetos de valor que poseían. Ahora, ya con la investigación en marcha, la “viuda negra” fue detenida y procesada con prisión preventiva.
En total, según fuentes, 10 personas sufrieron los ilícitos de esta mujer, la cual pudo adquirir 35 autos y hasta un centro de estética con lo robado.
El personal de la División Robos y Hurtos, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, fue requerido en abril de este año por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 47, secretaría única de la doctora Karina Krekun, para iniciar una investigación y poder dar con la mujer, detalla La Nación.
Fuentes de la investigación señalaron al medio porteño que un hombre de 50 años fue quien radicó la primera denuncia en su contra. La víctima relató que se habían visto por primera vez en el Hipódromo de Palermo luego de permanecer en contacto previamente algunos días a través del sitio Zonacitas. Ella usaba entonces el alias “capricornio6″.
Cómo actuaba la viuda negra
Después de cenar en el hipódromo, fueron juntos a su departamento y tras tomar unas bebidas él se quedó dormido. Unas 12 horas estuvo sin abrir los ojos hasta que finalmente se despertó: entonces la víctima se dio cuenta de que le faltaba una gran suma de dinero en efectivo y otros objetos de valor.
Durante la investigación, los efectivos verificaron que la arrestada citaba a los hombres en ese predio de carreras de caballos ubicado en avenida Del Libertador y Dorrego, y allí mantenía un primer encuentro para entrar en confianza y luego continuar la reunión en la casa de las víctimas.
En general, buscaba hombres de entre 50 y 75 años que vivieran en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires, en barrios con alto poder adquisitivo. Previo a concretar el encuentro, la sospechosa “estudiaba” el perfil de sus víctimas. A una de ellas le sustrajo, por ejemplo, 20.000 dólares.
Cómo dieron con ella
Mediante el análisis de la presencia de la mujer en las redes, los investigadores encontraron que había vendido varios de los aparatos electrónicos robados a sus víctimas a través de un perfil falso en Facebook.
Asimismo se corroboró que la mujer gastaba importantes sumas de dinero en las máquinas tragamonedas del casino porque era jugadora compulsiva. Cuando se realizó el allanamiento en su domicilio, los investigadores encontraron una Tarjeta Black del Hipódromo: tenía apuestas aproximadas por 25 millones de pesos realizadas en los últimos cuatro años, según La Nación.
La ahora detenida (que, en principio, se determinó trabajaba en soledad) cambiaba constantemente su alias en aplicación de citas y modificaba su color de cabello. Incluso, bloqueaba inmediatamente a los hombres a los que había robado para que no la ubicaran.
La investigación determinó que había sido autora de unos 10 robos mediante la misma metodología desde el año 2018 y que el dinero sustraído lo había utilizado para comprar al menos 35 vehículos y hasta un fondo de comercio para instalar un centro de estética en San Fernando, el cual atendía. Se cree que este negocio tenía como objetivo final “lavar” los pesos robados.
El Juzgado Nacional, Criminal y Correccional N.º 4, a cargo del doctor Martín Yadarola y ante la Secretaría 113 de la doctora Lorena Lamas, ordenó dos allanamientos en la vivienda de la imputada en la localidad de Victoria, municipio de San Fernando, y en el salón de belleza que atendía. Allí incautaron documentación, boletos de compra y venta de los autos, relojes, medicamentos, una moto, teléfonos celulares y elementos de electrónica.
La mujer fue detenida el 3 de octubre pasado y trasladada a la Alcaidía de la Policía de la Ciudad, en tanto que la Justicia resolvió su procesamiento con prisión preventiva y un embargo por treinta millones de pesos.
