Tras terminar una extensa declaración de más de 30 horas, el juez federal Walter Bento ha quedado en una posición delicada, al punto de que podría ser procesado en una causa que lo tiene imputado como jefe de una supuesta banda que cobraba coimas a cambio de favores judiciales.
Pero hacia el final de una declaración de varios días, que obligó al juez Eduardo Puigdéngolas a habilitar durante la feria el expediente judicial, su defensor, el mediático abogado porteño Mariano Cúneo Libarona, introdujo en la causa una suerte de “caballo de Troya” cuyo contenido no era un grupo de soldados, como sucede en el relato homérico, sino un audio atribuido a Diego Barrera, un testigo “arrepentido” que resulta clave en la causa.
Barrera explicó en su primera declaración la relación entre la cúpula de la presunta organización delictiva que estaría encabezada por el juez Bento y su “mano derecha” Diego Aliaga, según la acusación del fiscal Dante Vega.
En el audio en cuestión, Barrera -preso e imputado en el homicidio de Aliaga- habría sostenido que el fiscal Vega había “armado” la causa contra Bento, para quien el fiscal es una especie de enemigo personal. El sonido del audio es de muy mala calidad y más que una charla telefónica parece un registro tomado por un teléfono a cierta distancia, lo que planteó serias dudas sobre su origen y contenido exacto.
El viernes por la mañana, Barrera le envió al fiscal Vega una carta manuscrita en la que se puede leer: “Niego todo supuesto audio atribuido a mi persona, por lo cual solicito que se me cite, a fin de aclarar la situación procesal. Me pongo a disposición de usted a los fines legales que estime pertinente”.
Es por eso que por la tarde del viernes, el fiscal Vega citó a Barrera con un solo fin: que ratificara o rectificara la firma y el contenido de la carta. Y eso fue lo que hizo Barrera, negando haber hablado con Cuneo o con Gustavo Gazali, el otro defensor del magistrado, o con cualquier abogado que participa de la causa.
Además, el testigo ratificó la declaración que hiciera el 5 de febrero pasado ante el fiscal y en la que básicamente deja al descubierto la presunta organización, comprometiendo a la presunta cúpula: el jefe (Bento), su mano derecha (Aliaga) y los “coordinadores”, los abogados Jaime Alba y Luciano Ortego, entre otros.
Por otra parte, tal como lo viene haciendo en la causa que lo tiene imputado como autor del secuestro y homicidio de su ex socio Aliaga, Barrera volvió a solicitar “protección legal de su persona y de toda su familia”, que se encuentra también detenida (salvo su hija menor) por el caso Aliaga.
¿Se vienen nuevos imputados?
Pero sin dudas, lo más llamativo de la escueta audiencia fue una pregunta que le hizo Pablo Cazabán, el único abogado defensor (de Martín Ríos y Matías Aramayo) que participó de la declaración.
Cuando se le preguntó “por las generales de la ley”, si era amigo o enemigo de los imputados y le fueron enumerando los imputados, Barrera dijo “faltan, faltan”. Cazabán, a su turno, le preguntó a qué se refería y Barrera dijo: “Faltan muchos (partícipes de hecho). Falta mucha gente y yo tengo información, documentación y pruebas que quiero aportar”.
Frente a esta declaración espontánea, el fiscal le dijo al letrado que la audiencia era sólo para ratificar la carta, indicando que él o cualquiera de las partes podía pedir una ampliación de la declaración de Barrera.
Así las cosas, cuando finalice la presente feria judicial, la causa Bento seguramente tendrá algunas novedades: el juez Puigdéngolas deberá decidir si confirma los procesamientos, opta por algún el sobreseimiento o la falta de mérito de cada uno de los imputados. Por otra parte, si Barrera declara que hay otros sospechosos, se podría avecinar una “tercera ola” de imputaciones, en una causa judicial que promete muchas sorpresas a futuro.
Lo que dejó la declaración de juez
En el arranque de las 30 horas que duró la declaración de Bento, el juez federal se dedicó a atacar a sus dos acusadores: el juez Puigdéngolas y el fiscal general Dante Vega, tildando al primero de “corrupto” y al segundo de “enemigo”, entre otras cosas.
Si la intención de la defensa de Bento era apartar a los magistrados, no lo logró pues ese mismo día la Cámara de Casación Penal de la Nación desestimó en forma unánime el pedido de apartamiento y confirmó al juez y al fiscal en la causa.
Luego, Bento se dedicó a repasar las diez acusaciones de cohecho (coimas) que tiene en contra pero su defensa no se centró en desactivar las denuncias, oponiendo pruebas a su favor, sino que leyó cada una de las acusaciones y negarlas.
Y si bien Cuneo Libarona había adelantado que iba a contestar las preguntas de los acusadores –Bento está imputado también por presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito- esto no habría ocurrido.
Ahora Puigdéngolas tendrá 10 días de plazo para confirmar los procesamientos de los más de 20 imputados, o bien optar por el sobreseimiento o declarar la falta de mérito.