La Fiscalía de Tránsito todavía no ha podido establecer la velocidad a la iba la moto del médico cirujano Ricardo Luna (46) en el accidente en el que resultó gravemente herida su novia, la abogada y ex reina de la Vendimia 2016 Giuliana Lucoski (28).
Dos meses después del choque, la causa sigue calificada como lesiones graves culposas y ni la familia ni la joven afectada se han constituido en querellantes en la causa.
El accidente se registró el 8 de mayo pasado, en el Acceso Sur a la altura de Araoz, en Godoy Cruz, cuando la pareja iba a alta velocidad –según los testigos-a bordo de una Ducati XDiavel 1300, una moto italiana de alta gama diseñada para que viaje solo el conductor, ya que no tiene asiento de acompañante.
Que la moto tenga asiento para una sola persona no ha tenido ninguna consecuencia en la causa penal que tramita la Fiscalía de Tránsito y sólo tendría impacto si se iniciara una causa civil. En un caso como este, subirse como acompañante a un vehículo que tiene un solo asiento significa aceptar el riesgo que esto implica.
Motociclista alcoholizado
Por otra parte, Luna estaba alcoholizado: al momento de la extracción de la muestra de sangre, realizada tres horas y veinte minutos con posterioridad al hecho, tenía 0,38 g/l de alcohol en sangre. Luego, a través de una extrapolación o retrospección al momento del hecho, los peritos de la Policía determinaron que al momento choque Luna tenía 0,88 g/l de alcohol en sangre.
El Código Penal establece un nivel superior a 1,00 g/l para imputarle a un conductor el agravante de la alcoholización. Pero el límite contravencional establecido por la Ley de Tránsito 9024 –el que se toma como referencia para establecer una multa vial- es de sólo 0,50.
Lo que aún no está resuelto judicialmente es la velocidad a la que iba la moto. Esto no es un tema menor ya que podría agravar la situación del imputado.
Si bien algunos testigos que declararon ante el fiscal de Tránsito Fernando Giunta indicaron que la moto habría ido a “altísima velocidad”, arriesgando incluso que se habría desplazado como a “150, 180 kilómetros por hora”, lo cierto es que todavía este punto no ha sido aclarado.
Por lo pronto, las pericias realizadas a la computadora de la moto no pudieron establecer la velocidad, según informaron desde el Ministerio Público Fiscal. Por eso el fiscal espera que lleguen la pericia mecánica que realiza Policía Científica para ver si –por el rastro de la frenada y por el estado de la moto y del auto al que impactó- se puede determinar la velocidad.
Solo en el caso que la moto haya superado en 30 kilómetros la velocidad máxima permitida en la zona –110 km/hora- la situación tendría consecuencias en la imputación. Es que un vehículo debe ir a 140 kilómetros por hora para que se aplique, en un caso de lesiones graves culposas, el agravante de la velocidad, delito que tiene penas que van de los 2 a los 4 años de prisión e inhabilitación para conducir también de 2 a 4 años.
Así fue el accidente
Según la información policial, el accidente se produjo en el Acceso Sur a la altura del puente de la calle Araoz cerca de las 16.20 del domingo 8 de mayo pasado. A esa hora ingresó un llamado al 911 de un vecino de la zona, denunciando que había chocado una moto y un auto.
La mecánica de hecho habría sido la siguiente: el VW 1500 conducido por Gerónimo Morales circulaba hacia el sur y desde atrás habría sido chocado por la moto italiana de médico.
La moto quedó incrustada en la parte trasera del auto y el médico y la ex soberana vendimial de 2016 salieron despedidos. Ambos tenían puestos sus casos.
La violencia del impacto puede verse en las imágenes tomadas por el reportero Orlando Pelichotti: la rueda delantera de la Ducati quedó debajo del baúl que resultó destrozado.
Minutos más tarde una médica del SEC asistió a las víctimas que fueron trasladas al Central en ambulancia.
El conductor de la moto sufrió lesiones menores y a los pocos días recibió el alta médica. En cambio, Giuliana estuvo 50 días internada en el Central –las primeras tres semanas en Terapia Intensiva- y hoy se encuentra en una clínica privada donde se somete a una rehabilitación.