Durante casi tres meses fue posiblemente el hombre más buscado en la zona Este, hasta que en la jornada de este martes se entregó, se puso a disposición de la Justicia y lo imputaron. Se trata de Franco “Narigón” González (29), acusado de abusar sexualmente de una joven en “La Madriguera”, vivienda de Rivadavia donde se hicieron fiestas clandestinas el año pasado. La pericia psicológica de la víctima fue la prueba clave de la fiscalía para sostener la causa.
Hacía un par de jornadas que el abogado del detenido había prometido la presencia de su cliente en la comisaría 13, lo que finalmente sucedió ayer en la mañana. Ambos se presentaron e inmediatamente el sospechoso fue arrestado. Horas después ya había sido imputado por abuso sexual agravado por acceso carnal, delito con penas de 6 a 15 años de prisión. Se estima que hoy pasará al penal.
Desde la denuncia del 15 de noviembre pasado, González ya estaba identificado. Parecía que su captura se iba a dar en cuestión de días, sin embargo, se mantuvo en la clandestinidad hasta evadiendo a la Policía cuando hubo datos muy concretos de su lugar de residencia. Hace menos de un mes su defensor había ofrecido entregarlo a cambio de un mantenimiento de libertad, propuesta descartada por el fiscal Carlos Giuliani y su jefe Mariano Carabajal.
Con su detención, ahora la investigación tomará otro impulso y se vendrá la discusión de pruebas y nuevos peritajes.
Cómo está el caso hoy
La fiscalía cuenta con un elemento más que válido y suficiente para la imputación: la pericia psicológica de la víctima, de 25 años. Para los profesionales fue un relato creíble y coherente sobre la situación de abuso. La mujer contó que mientras salía del baño de esa casa fue tomada por la fuerza por González, quien la llevó a otra parte de la propiedad y la sometió sexualmente.
Tras ese presunto ataque no quedaron lesiones en sus zonas íntimas ni se hallaron fluidos o restos de ADN de otra persona, según revelaron los exámenes. Esto último es un punto a favor para del hombre.
En tanto que sobre la prueba psicológica de la denunciante, todo indica que la defensa pedirá un control de la misma y la intervención de un perito de parte.
En lo inmediato, se esperan las evaluaciones psicológicas y psiquiátricas para el sospechoso y la audiencia de prisión preventiva ante un juez en un par de semanas.
La pesquisa tiene también la declaración de varios testigos, tanto del entorno del imputado como de la joven, aunque estas versiones ocupan un rol secundario en el expediente.
El hecho habría ocurrido durante la madrugada de ese mismo domingo en el que se radicó la denuncia, en ese inmueble en el que cuentan que se hicieron muchas fiestas ilegales en medio de las restricciones de aislamiento y distanciamiento social por la pandemia.
A pesar de estas medidas sanitarias, varios residentes en el Este de buen pasar económico igual se reunían y llevaban adelante esos eventos. Y el caso de esta chica no fue la única investigación que se inició en el lugar, ya que días después otra muchacha relató haber sido violada en el mismo sitio. Pero, más allá de sus dichos, no hubo elementos probatorios para avanzar en una investigación.