Cuando el miércoles próximo cerca del mediodía se cumpla el primer aniversario de la histórica condena por los abusos sexuales a niños sordos en el instituto Próvolo de Mendoza, el cura italiano Nicola Corradi (84) habrá sido notificado ya de ocho nuevas imputaciones por abusos sexuales en la sede de La Plata.
Está previsto que desde primera hora del 25 de noviembre el sacerdote que fue condenado a 42 años de prisión por los ataques sexuales en Mendoza estará compareciendo de forma virtual y desde nuestra provincia ante la fiscal de La Plata, Cecilia Corfield. Ella es quien instruye la causa en la ciudad bonaerense, donde el cura italiano, otro laico nacido en ese país (Eliseo Pirmati, ex compañero de Corradi en Verona) y el celador Jorge Britez fueron denunciados por ex alumnos que sostienen haber sido abusados durante las décadas del ’80 y del ’90.
Si bien recientemente un tribunal de Casación de La Plata determinó que las denuncias por abusos contra Pirmati y contra Britez ya habían prescripto -el único que estaba detenido era Britez y recuperó la libertad- la fiscal platense se aferra a las fechas del último abuso por el que fue denunciado Corradi en La Plata y al primero por el que fue condenado en Mendoza.
El último de los ataques sexuales cometido por Corradi en la Ciudad de las Diagonales data -según la denuncia- de 1991, mientras que el primero de los abusos en Mendoza (por el que ya fue condenado) es de 2003. Técnicamente, y por cuestión de meses, no transcurrieron los 12 años exactos que le abrirían la puerta a la prescripción de los hechos.
Justamente por esto es que, a partir de las 9.30 del miércoles próximo y en una audiencia que se llevaría delante de forma remota desde el edificio de Tribunales de Mendoza, Corradi y Corfield se cruzarán cara a cara. Y la fiscal oficializará las flamantes imputaciones. Incluso, según indicaron desde el entorno de la dependencia judicial platense, el sacerdote ya ha sido notificado de la audiencia.
Las nuevas imputaciones
Sin otra explicación que la mismísima casualidad, Corradi cumplirá el primer año condenado con la oficialización de ocho imputaciones más en La Plata. En el establecimiento de aquella ciudad, ex alumnos sordos (a diferencia del Próvolo mendocino, en esa ciudad sólo era un instituto para varones) denunciaron haber sido abusados sexualmente.
Pero, además, detallaron haber sufrido duros castigos físicos y psicológicos mientras pernoctaron en el lugar tales como haber sido encerrados en gallineros, obligados a estar a la intemperie casi desnudos en noches de bajísimas temperaturas y hasta haber sido forzados a arrodillarse sobre maíz.
Las nuevas imputaciones contra Corradi son tres como autor de episodios de abuso sexual agravado (sobresalen algunas violaciones) y cinco como partícipe de abusos y episodios de corrupción de menores. Por todos estos hechos ya se le ha dictado la detención, independientemente de la condena en Mendoza.
Es precisamente la condena de la Justicia mendocina la que interrumpe el proceso y cualquier posibilidad de que la situación del religioso europeo se vea favorecida por una posible prescripción. La situación de Britez es distinta, ya que no cuenta con denuncias posteriores a los abusos en el Próvolo platense. Por ello que el tribunal de Casación dictaminó la prescripción -luego confirmada por un tribunal oral de La Plata- a raíz de un pedido de su abogado defensor.
La situación de Pirmati difiere también aunque el laico veronés se ve beneficiado “de rebote” por la resolución sobre Britez. Y es que si bien Pirmati no estaba detenido (vivía en La Plata y cuando la causa en aquella ciudad se reactivó luego de las denuncias mendocinas, el hombre viajó raudamente a su ciudad natal), estaba imputado. Pero también transcurrieron los 12 años que motivaron la prescripción.
Incluso, Pirmati y Corradi ya habían sido denunciados con anterioridad por ex alumnos del Próvolo de Verona (sede central), quienes los señalaron como algunos de los curas y administrativos que abusaron de ellos en las décadas del 60 y 70. En pocas palabras, el ya condenado Corradi tiene denuncias por abusos en los tres institutos Próvolo que tienen -o tenían- sede en el mundo.
La resolución de Casación que llevó a la prescripción de las causas ha sido recurrida en la Corte de la Nación, por lo que puede ser revisada.
Indagatoria virtual
Es casi un hecho que la audiencia remota del miércoles se celebrará en la sala 4 del Fuero Penal Colegiado, la misma sala donde transcurrió el juicio entre agosto y noviembre del año pasado. Y es que, dentro de las dependencias judiciales, es la mejor equipada en lo referido a tecnología.
Al igual que durante el juicio del que el 25 de noviembre se cumplirá un año desde su sentencia, Corradi precisará de una persona que esté escribiendo constantemente en una computadora todo lo que se hable en la audiencia ya que evidencia problemas de audición, algo que ya se manifestó durante el debate.
Desde La Plata, del otro lado de la pantalla, estará la fiscal Cecilia Corfield y que será quien oficialice las imputaciones. Esto le significará una nueva detención al sacerdote por los delitos en La Plata. Sin embargo, se trata de una resolución simbólica, puesto que Corradi no abandonará Mendoza ni el hogar para ancianos de Luján donde cumple la prisión domiciliaria.