Mañana se cumplen cuatro años de la muerte Florencia Magalí Morales (39), la mendocina que murió en una cárcel de San Luis durante la pandemia de Covid-19, y los planteos realizados por los abogados de los uniformados puntanos implicados y la burocracia judicial han retrasado la realización de un juicio oral.
El caso tiene cuatro ex policías implicados: el comisario Reinaldo Clavero, el subcomisario Marcos Ontiveros, la suboficial Eugenia Arguello y la agente Victoria Torres, todos están imputados por “torturas seguidas de muerte” en calidad de coautores, un delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Todos fueron expulsados de la Fuerza en noviembre de 2022 por el gobierno de San Luis por cometer “faltas disciplinarias gravísimas”, previo a ser pasados a disponibilidad a raíz de “irregularidades en el procedimiento, negligencia grave en la custodia y posterior deceso de la señora Florencia Magalí Morales”.
Los cuatro ex policías se encuentran en libertad ya que, luego de ser procesados e indagados por el juez Jorge Pintos, se ordenó la excarcelación previo pago de una fianza, por lo que nunca estuvieron presos.
La demora en la resolución del caso se debe a los planteos realizados por los defensores de los acusados, quienes llevaron la causa al Superior Tribunal de Justicia, presentando recursos de inconstitucionalidad que finalmente fueron denegados.
“Se han dilatado bastantes planteos de recursos dilatorios pero la familia de Magalí y nosotros tenemos gran expectativa de que este año la causa llegue a juicio oral. Allí nosotros, llegado el momento, vamos a demostrar, porque hay pruebas fehacientes, de que se trató de un femicidio”, dijo Federico Putelli, el abogado que representa a la familia Morales.
Pero previo al juicio la causa tiene que volver al Juzgado Multifuero de Santa Rosa, a cargo del juez Jorge Pinto para que los sospechosos vuelvan a ser indagados por el magistrado.
Magalí Morales había nacido en Las Heras y se había radicado en Santa Rosa de Conlara –una localidad puntana ubicada a 50 kilómetros de Merlo- junto a sus hijos de 11 y 7 años y una nieta de 2, para trabajar en un hotel.
El 5 de abril de 2020, cuando regía en todo el país el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio por la pandemia de Covid-19, salió de su casa en bicicleta y murió en una celda de la comisaría. La joven madre murió como consecuencia de una “asfixia por estrangulamiento”.
La versión policial
Según un comunicado oficial emitido el 8 de abril de 2020 por el juzgado Penal de Junín, a cargo del juez Osvaldo Pinto, el domingo 5 de abril la comisaría 25 de Santa Rosa inició un sumario policial contra Magalí por tres delitos: incumplir la cuarenta obligatoria, resistencia a la autoridad y lesiones contra la autoridad. Eso fue cuando regía en todo el país el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia de Covid-19.
Esta es la versión policial que hoy ha sido puesta en duda: cerca de las 9.30, unos policías estaban en la puerta de un banco, en la esquina de Santa Rosa de Lima y Rivadavia, cuando observaron a una mujer circulando en bicicleta a contramano.
Los policías le dijeron que frenara pero ella “haciendo caso omiso, se dirigió a la comisaría. Al ingresar al lugar, la policía le solicitó el documento, pero la mujer manifestó no poseerlo”, aunque dio su nombre y domicilio.
Los policías le dijeron que iban a “demorarla” por romper el aislamiento obligatorio y en esa situación “intenta fugarse, lo que motiva que intercedan la agente Torres, Yohana y el oficial principal Ontiveros, con quienes se produce un forcejeo. Ante tal situación y debido a la violencia que presentaba dicha ciudadana, se suma al proceder el oficial principal Mancilla, quien recibe un rasguño en una de sus manos”, se lee en las actuaciones.
Entre los tres lograron reducirla y la trasladaron luego al hospital local “para ser atendida por el médico de turno”, y luego la volvieron a llevar a la comisaría.
A las 19.30 se produjo el desenlace fatal: el comisario Heraldo Clavero llamó al juez para decirle que Magalí “se habría suicidado en la celda en la que se encontraba alojada en la comisaría de Santa Rosa del Conlara”.
Una hora más tarde llegó a la comisaria el juez, el médico forense, personal de Criminalística y el jefe del comisario, el subjefe de la Unidad Regional III, comisario Jorge Bustos. En ese momento se realizó una inspección de la celda y el médico hizo una revisión preliminar.
