Hace más de un año que no se sabe nada de Guadalupe Lucero, la niña de 5 años que fue secuestrada en San Luis mientras festejaba el cumpleaños de su tía. En una fecha tan sensible, ya que este jueves se cumplieron 13 meses de la desaparición, los padres le dedicaron unos sentidos mensajes en sus redes sociales.
“Otro 14 que llega y acá seguimos, sin tener ningún dato de vos, mí niña. Te extraño como todos los días a cada hora y segundo que pasa. Te pienso, te imagino al cerrar mis ojos y te sueño, que en ese sitio es el único lugar donde puedo abrazarte, darte besos y disfrutarte (hasta que despierto en esta realidad que quisiera que no existiera)”, comienza el posteo que hizo Yamila Cialone, la mamá, en su cuenta de Facebook.
“Que Dios, donde sea que estés, te proteja, te cuide... Le pido a mi tatita que está en el cielo, muy seguido, que te guíe y te de fuerzas para soportar esto, que no me olvides, ni olvides tu familia ni tu hogar, y que pronto te traiga conmigo. Te amo desde la distancia mí pequeña”.
En tanto, su papá por su parte, escribió: “13 meses sin vos, hija, 13 meses sin poder abrazarte, 13 meses de sufrimiento y dolor. Te extraño mucho hija y cada día que pasa te extraño mucho más. Cuánta falta nos haces mi reina. Nunca voy a bajar los brazos y siempre te voy a buscar mi negrita hermosa”.
CÓMO SIGUE LA CAUSA
Guadalupe Lucero tenía cinco años cuando fue vista por última vez mientras jugaba en la puerta de la casa de su tía junto a sus primos.
Durante el mes de abril se realizó una intensa búsqueda en el descampado que está frente a su casa, donde jugaba ese día. Todo indicaba que la pequeña podría haber sufrido un accidente en ese lugar y que los primeros rastrillajes fallaron.
En ese nuevo rastrillaje se encontraron prendas de vestir, pero la mamá de la nena desaparecida confirmó que la ropa que se halló en el descampado no era de su hija y la teoría de que podría haber muerto mientras jugaba fue descartada.
Sin embargo, hace dos semanas un hombre que, según confirmaron fuentes policiales, padece esquizofrenia, se presentó en la comisaría para declarar que había matado a la niña.
Este último hecho modificó por completo los planes de los investigadores, que pretendían realizar una nueva reconstrucción de lo sucedido el día de la desaparición de la nena, mientras jugaba en un cumpleaños familiar.
Si bien esta información podría ser falsa, al parecer, los datos aportados por esta persona cobraban sentido para los investigadores, que de inmediato avanzaron con las tareas correspondientes.