La actitud tan contradictoria de un auxiliar de la policía de General Alvear, que hace pocos meses se ganó el mote de héroe al rescatar a una mujer y su hija de una muerte segura, ahora dejó helado a todo un pueblo al ser perder su trabajo por robar dinero de un cajero automático.
El 21 de febrero, mientras retornaba con su familia desde San Rafael, el auxiliar primero Marcos Páez (33), que hasta el miércoles cumplía funciones en la Unidad de Cuerpos Especiales de Alvear Oeste, hizo un alto en Salto de las Rosas y se topó con una situación de vida o muerte a la vera de la ruta 143.
Una mujer y su pequeña hija se estaban ahogando en un cauce profundo, y aunque estaba franco de servicio, Páez arriesgó su propia vida para rescatarlas en un acto de arrojo que despertó la admiración de toda la Fuerza.
La potencia de la corriente era tal que la mujer salió desnuda porque el agua le había arrancado la ropa, pero en un esfuerzo sobrehumano el joven efectivo logró su cometido y ambas resultaron ilesas.
Sin esperar mayor recompensa, el policía, que incluso arruinó sus credenciales y el DNI porque se tiró al canal sin siquiera despojarse de la billetera, continuó su viaje a Alvear.
La última tentación de Marcos
El miércoles 30 de abril, en la previa del feriado por el día del trabajador, una vecina apurada fue a la sucursal del banco Supervielle, en la esquina de la avenida Alvear Oeste y Ameghino, para revisar su estado de cuenta, y en un descuido garrafal se olvidó de retirar la tarjeta y hasta dejó su cuenta abierta, a merced del primero que quisiera utilizarla.
Semejante olvido recién fue advertido el día después, en pleno feriado, por lo que debió esperar hasta el jueves 2 para realizar el reclamo en el banco y comprobar que alguien ya había retirado 1.500 pesos en efectivo.
Con el trámite bancario iniciado para evitar nuevas extracciones, radicó la denuncia en la Seccional 14 el viernes 4, y como en cualquier trámite de rutina, se notificó al juez de Instrucción que libró los exhortos solicitando copas de los videos de seguridad del banco y los movimientos financieros de la cuenta.
Las copias fueron remitidas al juzgado el martes, y cuál no sería la sorpresa de los pesquisas al ver en la pantalla a su propio colega, que esa tarde estaba de guardia en la puerta del banco, mirando hacia los costados antes de retirar el dinero de la cuenta abierta para luego guardarse la tarjeta de débito y los billetes en un bolsillo.
Identificado también por sus compañeros de Cuerpos Especiales, Páez admitió que no pudo "resistir la tentación” y disculpa mediante devolvió el dinero y la tarjeta a su legítima dueña, aunque el daño ya estaba hecho.
Acusado del delito de defraudación por el uso indebido de tarjeta de débito, que contempla una pena de hasta tres años de cárcel, el auxiliar fue trasladado el miércoles por el comisario Marcelo Calipo a Mendoza, donde el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, lo reprendió en persona antes de ordenar su inmediato pase a disponibilidad y el retiro del arma reglamentaria hasta tanto se resuelva su situación penal y administrativa.
“Cualquier ser humano se puede equivocar, pero esto no fue un error y estas actitudes tienen que ser juzgadas con todo el peso de la ley” manifestó evidentemente dolido el titular de la Comisaría alvearense. “¿Qué le puedo decir ahora a esa familia, cómo van a volver a confiar en un policía?” se preguntó el uniformado.