El policía Diego Guzmán Zalazar, acusado de matar a Lucas Carrazco hace tres años y medio, nunca dejó de ser policía porque nunca fue juzgado por el crimen. El efectivo se desempeña en calidad de agente administrativo de la Policía de Mendoza y si bien le han quitado el arma, su vida no ha sufrido grandes cambios.
La semana pasada, Viviana Espina, madre de Lucas, se suicidó en un parque cercano a su casa. La mujer, que hizo de la muerte se su hijo una causa contra el gatillo fácil, tomó la drástica decisión la mañana del sábado que pasó.
Esta situación trajo a colación una vez más las falencias que acarrea la justicia lenta, ya que de no mediar torpezas judiciales, el caso ya debería haber estado resuelto. O bien con el policía condenado o bien el policía absuelto. Nada de eso ocurrió todavía.
De todos modos, en la Inspección General de Seguridad, sí apuraron el trámite y en menos de un mes decidirán si Guzmán sigue como policía o si es exonerado de la fuerza.
"Lo que decide la IGS puede ir de 36 días de suspensión a la cesantía", indicaron desde esa oficina donde se lleva a cabo el expediente administrativo desde hace más de tres años.
Normalmente la IGS espera la sentencia judicial para ver qué medida tomar, pero "ahora no estamos en condiciones de esperar los tiempos de la Justicia", como indicó Marcelo Puertas, a cargo del organismo.
Según la norma, una vez que la IGS emita su dictamen son los integrantes de la Junta de Disciplina del Ministerio de Seguridad quienes deciden la suerte del uniformado acusado; es decir que ratifica o rectifica lo resuelto por la Inspección. Eso ocurrirá a mediados del mes que viene.
Daños colaterales
La demora extrema del caso de Lucas Carrazco se cobró una víctima fatal colateral; su madre. El suicidio de Viviana Espina generó conmoción y más pena.
La mujer decidió quitarse la vida y entre sus prendas le encontraron una carta en la que explica por qué tomó esa decisión.
Espina llevaba días desaparecida y era buscada por familiares y amigos que pedían colaboración en las redes sociales.
La muerte de Lucas
Lucas Gastón Carrazco tenía 22 años y falleció el 16 de marzo de 2014 en el hospital Central después de 48 horas de agonía como consecuencia de una hemorragia cerebral.
En la causa se acreditó que había sufrido una herida cortante en la cabeza durante los incidentes tras la suspensión de un partido entre Independiente de Rivadavia e Instituto de Córdoba. El ataque fue en el sector de callejón Sur y Clark, en inmediaciones de la cancha del local, en el parque San Martín.
Un año después, la Justicia identificó al efectivo Diego Guzmán Zalazar como el responsable de la muerte.
El 28 de julio del año pasado se inició el debate bajo la calificación de homicidio culposo a cargo de los jueces Roberto Uliarte, José Valerio y Ariel Spektor.
Sin embargo, después de dos audiencias, el 30 de agosto, se hizo lugar a un cuarto intermedio por 15 días, para que se realizara una pericia médica, pero todo desembocó en un hecho inédito dentro de la Justicia local: por enfermedad de José Valerio, el juicio fue suspendido.
Por esa situación se denunció que Valerio, supuestamente enfermo, ese mismo día había concurrido a dar clases a una Universidad.
Mientras tanto la Suprema Corte de Justicia, el 24 de setiembre de 2016, resolvió que el "problema fue de inhibición y no de competencia, por lo que el debate se reanudará en la misma Cámara, con fecha a definir".
Pero el 8 de noviembre Valerio, pasó a integrar la Suprema Corte local y la Segunda Cámara se quedó con solo dos integrantes.