La presidenta Cristina Fernández subrayó ayer que que la Argentina tiene un índice de pobreza que está “por debajo del 5 por ciento” y que el nivel de indigencia se ubica “en 1,27 por ciento”, al hablar ante la Organización las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la ciudad de Roma.
“Es una combinación de políticas muy fuertes, muy activas, que nos han permitido hoy tener un índice de pobreza por debajo del 5 por ciento, y también de indigencia del 1,27 por ciento, y convertirnos en uno de los países más igualitarios”, aseveró la jefa de Estado. Las cifras, dispararon la inmediata reacción de partidos y entidades gremiales de la oposición.
Por otra parte, Fernández reclamó que se instrumenten “regulaciones globales” para evitar que “los alimentos se convierten en un tema de especulación económica”, y pidió a los países más desarrollados reducir subsidios y eliminar barreras para-arancelarias “a través de falsas medidas fitosanitarias” que “no permiten la libre competencia” comercial.
Asimismo, la mandataria emprendió un nuevo round en contra de los fondos buitre al recordar que en distintos ámbitos internacionales se está deliberando es pos de una “regulación sobre la reestructuración de deuda financiera, de la deuda pública de los estados” y evitar, así, que Argentina “sea extorsionada por los fondos buitre para pagar sumas con tasas en dólares anuales de más de 1.600 por ciento”.
“Debería en materia alimentaria, como en materia financiera, haber regulaciones globales”, indicó Cristina Fernández a lo largo de su discurso de casi 38 minutos ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la ciudad de Roma.
Según la jefa del Estado, “avergüenza que haya mercados a futuro sobre trigo, maíz, sobre dólar. Se especula con el ‘vendo o no vendo’ y eso tiene que ver con las posibilidades de que la gente en el mundo pueda comer”.
“Debemos intervenir para que no sucedan nunca más y podamos hablar de seguridad alimentaria en serio, a través de normas, y poder articular la producción. Tampoco hay que ahogar el interés privado en la ganancia o la rentabilidad. Nadie pide que los productores pierdan dinero, que el que invierte pierda dinero: sólo pedimos que la especulación tiene que tener regulación como hay tantas otras regulaciones en el mundo”, prosiguió.
Consideró que “el Estado no puede intervenir en la actividad comercial ni obligar a vender nada a nadie, pero debería en materia alimentaria, como en materia financiera, haber regulaciones globales”.
“¿Qué vamos a esperar, que el mundo también tenga problemas de granos, tenga gente que acumule granos de arroz, de trigo, de soja, mientras otros se mueren de hambre, para intervenir en la regulación de esos mercados? No para quitarle nada a nadie, no para socializar nada, pero una cosa es no socializar y otra es especular con el hambre o con la deuda de los pueblos”, señaló.
En ese sentido, manifestó que “deberíamos impulsar desde estos espacios globales e institucionales regulaciones”, y subrayó que “subsidios, barreras para-arancelaria, necesidad de regulación, erradicación de la pobreza, intervención activa del Estado en este problema son las claves para abordar de manera múltiple, de manera diversa, el problema del hambre”.
"No reflejan la realidad"
El ex viceministro de Desarrollo Social durante la gestión de Néstor Kirchner y actual dirigente massista, Daniel Arroyo, aseguró ayer que los datos oficiales de pobreza presentados por Cristina Fernández en Roma “no reflejan la realidad de la Argentina”.
En diálogo con DyN, Arroyo indicó que los números de pobreza expuestos ante la FAO “no reflejan la realidad de la Argentina, ya que son los últimos datos del INDEC de 2013, y luego el organismo estadístico dejó de dar información, ya que (los datos) daban tan bajo, debido a que no se tomaba la inflación real y la canasta de alimentos”.
“Hoy se podría decir que lo más cercano como dato real es el 27 por ciento de Pobreza que ofreció el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, un 34 por ciento de trabajo infantil y 1,5 millón de jóvenes que no estudian ni trabajan”, explicó el otrora funcionario kirchnerista.
Según la CGT de Moyano hay 12 millones de pobres
El coordinador del Observatorio Económico y Social de la CGT opositora, Jorge Sola, refutó los datos de pobreza presentados por la presidenta Cristina Fernández, en Roma, al asegurar que la medición de la central moyanista ronda el 27,8 por ciento de la población y plantea “diferencias profundas” respecto al dato oficial de un 5 por ciento.
“Si nos demuestran que estamos equivocados buscaremos el camino para que esos 2 millones de pobres, que dice que hay el gobierno, desaparezcan y si no, que esos 12 millones que decimos nosotros, cada vez sean menos. Planteamos una mesa de diálogo, que está pedida desde 2011, para tratar el tema Pobreza, y no me voy a cansar de proponerlo”, dijo Sola en diálogo con radio Mitre.
Frente al anuncio presidencial realizado ayer en Roma, ante la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), el economista de la CGT moyanista recordó que “casi una de cada tres personas es pobre en la Argentina” de acuerdo al último informe de la organización sindical que lleva por título ‘La Pobreza o el aniquilamiento del Futuro’.
Si bien en Italia, Cristina Fernández consignó un nivel de pobreza en Argentina que alcanza al 5 por ciento de la población y de un 1,27 por ciento para la indigencia, Sola afirmó que los informes de la CGT de Hugo Moyano hablan de “aproximadamente” 12 millones de pobres, cifra que plantea una diferencia “clara” de 10 millones de personas entre los datos cegetistas y los de la Casa Rosada.