Todo vuelve. Hace más de dos años ATE firmó una paritaria con el Gobierno provincial para que ingresen a planta permanente 112 personas que son empleados de la Fundación Coprosamen, una entidad privada cuyos empleados no deberían paritar con el Estado.
Cuando se trató en la Legislatura esa acta paritaria se mandó un mensaje velado al Ejecutivo: contrate en el Estado los que considera imprescindibles.
En la paritaria de este año de Administración Central nuevamente aparece el mismo listado y se agregan otros más que se desempeñan como empleados de entes privados y que de acuerdo al texto del acuerdo entre los paritarios del Gobierno y los representantes sindicales deberían pasar al Estado.
La gran pregunta que queda flotando es si ese nuevo listado de 130 trabajadores no abre la puerta al reclamo de ingreso a planta de los otros 600 trabajadores de la Coprosamen y de otras entidades que trabajan con fondos públicos, como el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), o el Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (Idits).
La historia arrancó el 3 de diciembre de 2012, cuando ATE firmó un acta paritaria en la que 112 empleados de la Fundación Coprosamen que se desempeñaban en las barreras sanitarias y en los controles de la Ley Federal de Carnes debían pasar a planta del Estado provincial.
Ese acuerdo fue homologado por decreto de Francisco Pérez del 21 de febrero de 2013. Al llegar la cuestión a la Legislatura hubo un largo debate acerca de si correspondía que entidades privadas paritaran con el Estado y se terminaron sancionando las leyes 8.716 y 8.717, en las que no se aprobaba el acta paritaria en su totalidad.
En la ley 8.716 se aprobaba la creación de una “Comisión Colegiada integrada por representantes del Poder Ejecutivo Provincial y de los trabajadores, a fin de efectuar una evaluación sobre el personal que presta servicios en el Programa de Ley Federal de Carnes, planes sanitarios en la Fundación Coprosamen y control interno, con el objetivo de realizar una reingeniería integral de toda la barrera sanitaria y de las dependencias que correspondan, respecto a las funciones que desempeñan los trabajadores en la Institución y así poder determinar el lugar de incorporación de los mismos dentro de la Planta de Personal del Estado Provincial en los servicios de inspección”.
En la ley 8.717 sólo se autorizaba de la paritaria un incremento en el pago por kilómetro recorrido a los empleados que combaten la mosca del Mediterráneo.
En ambas leyes había un artículo 2 idéntico en el que se autorizaba al Ejecutivo a hacer modificación de partidas para contratar en el Estado a quienes considerara necesarios, pero sin ratificar la paritaria.
La cuestión es que en la paritaria firmada el 14 de mayo pasado vuelven los gremios estatales a plantear esta cuestión y se vuelve a firmar una paritaria referida a trabajadores de la Fundación Coprosamen que se desempeñan en las barreras sanitarias y en los controles de la ley federal de Carnes. Pero además se incluye el punto 16 en el que se acuerda “la incorporación e ingreso al Estado de los trabajadores con contratos de locación de servicio o cualquier otra modalidad de contrato de empleo con fondos provinciales que con fecha 31 de diciembre de 2014 efectivamente presten servicios en el Estado”.
En este apartado se incluye a trabajadores que se desempeñan como parte de convenios firmados por la ATM con la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina y con la Bolsa de Comercio. Según fuentes sindicales y del Ejecutivo, estos dos convenios son para mejorar la recaudación tanto en la registración de vehículos vendidos en la provincia (Acara), así como en el cobro de boletas en las oficinas de la Bolsa de Comercio y se trata de no más de 10 trabajadores en vinculación directa con ATM.
En principio estos casos no parecen problemáticos. La pregunta es por qué el Ejecutivo no los contrata en la planta del Estado si tanto interés tiene en tenerlos dentro. Y entonces aparece la otra pregunta: por qué los gremios estatales paritan por empleados del sector privado.