El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se concentraba ayer en la selección de puestos claves de su futuro gobierno, pero ya causó controversia por el nombramiento como principal asesor a una figura de la extrema derecha.
Trump designó como su principal asesor a Steve Bannon, quien hasta hace poco era el director del controvertido portal Breitbart, punto de referencia de la "derecha alternativa", movimiento asociado a la idea de la supremacía blanca.
Por su parte, el mandatario saliente, Barack Obama admitió tener preocupaciones sobre las perspectivas para Estados Unidos de un gobierno de su sucesor electo, Donald Trump, y reveló que le sugirió enviar una señal de unidad.
“¿Si tengo preocupaciones? Absolutamente, por supuesto que tengo preocupaciones. Él y yo tenemos diferencias en muchos temas”, dijo Obama, en su primera conferencia de prensa desde la elección de Trump, hace seis días.
Obama dijo que en su opinión Trump no es un político movido necesariamente por un conjunto de ideas sino un pragmático, apuntando que ese detalle podrá serle útil en el ejercicio del poder.
Por otra parte, "lo que veo es un presidente electo que se está preparando", dijo el próximo jefe de gabinete en la Casa Blanca, Reince Priebus, al ser consultado por una información del diario The Wall Street Journal sobre que Obama, con quien tuvo una conversación "excelente", pasará con Trump más tiempo del previsto en las transiciones presidenciales debido a su inexperiencia.
El desfile de figuras cercanas al mandatario electo continuó ayer en la Torre Trump, en el centro de Manhattan, a donde los primeros en llegar fueron los tres hijos mayores del millonario -Donald Jr., Ivanka y Eric-, que integran el equipo de transición encargado de forma a la nueva administración.
Steve Mnuchin, un ex alto funcionario del banco de inversiones Goldman Sachs, que suena para Secretario del Tesoro, se adentró en un ascensor del edificio, decorado con la foto del próximo presidente estadounidense.
Tras hacer su aparición a media mañana, la jefa de campaña de Trump, Kellyann Conway, dijo que se anunciarán “nuevos nombramientos” esta semana, apuntando que el millonario “tiene reuniones y entrevistas”.
“Sigue recibiendo muchas llamadas, de funcionarios, personas a las que se opuso en las primarias (republicanas) y otros líderes de opinión”, explicó Conway a periodistas, quien precisó que otra parte del equipo de transición trabaja en la capital, Washington.
La designación de Bannon a un alto cargo del gobierno despertó consternación entre los demócratas, que recordaron los innumerables artículos incendiarios publicados en Breitbart, al borde del antisemitismo y nostálgicos de la bandera confederada del sur esclavista en la Guerra de Secesión, mientras que critican la migración y la diversidad cultural.
“Los supremacistas blancos estarán representados en los más altos niveles de la Casa Blanca de Trump”, denunció Adam Jentleson, portavoz de Harry Reid, jefe de los demócratas en el Senado.
“La extrema derecha racista y fascista está representada en el umbral de la oficina Oval. Estados Unidos deberá estar muy vigilante”, tuiteó de su lado John Weaver, allegado al moderado precandidato republicano John Kasich.
Los cubanos temen perder los beneficios migratorios
Después de haber votado masivamente por Donald Trump en Florida, a los cubanos les puede salir el tiro por la culata. Según expertos, ahora arriesgan perder sus beneficios migratorios si el presidente electo cumple sus promesas.
También el deshielo entre Washington y La Habana podría retroceder, pues Trump prometió revisar esa política de acercamiento, metiéndose así en el bolsillo a los cubanos más conservadores. Según Latino Decisions, 52% de los cubanoamericanos en Florida votaron por Trump, un apoyo que fue decisivo en la victoria del candidato republicano en este estado.
Pero aunque la apertura entre ambas naciones difícilmente pueda ser revertida, los beneficios migratorios que han disfrutado los cubanos desde hace décadas sí podrían desaparecer.
Y eso significa que, más allá de que esta reforma migratoria en efecto se materialice o no, “definitivamente” habrá que esperar una nueva oleada de inmigrantes cubanos. “Se van a lanzar al mar para tratar de llegar aquí lo más pronto posible, antes de que quiten la Ley de Ajuste Cubano y la de 'pies secos/pies mojados'", dijo Luis Felipe Rojas, vocero del Movimiento Democracia en Miami.
Esperan que respete todos los acuerdos firmados
Se puede esperar que Estados Unidos respete los compromisos de defensa mutua firmados con sus aliados, pero un acuerdo comercial trans-Pacífico parece improbable, dijo la Consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice.
En sus primeros comentarios públicos tras la sorpresiva victoria electoral de Donald Trump, la principal consejera del presidente Barack Obama en política exterior, dijo que el peso de la presidencia probablemente atempere las posiciones del mandatario electo.
Durante la campaña, Trump sugirió que los socios de Estados Unidos no estaban cumpliendo con sus compromisos y que en consecuencia Washington no debía sentirse obligado a defenderlos, disparando preocupación en países que han confiado en la protección estadounidense durante décadas.
Pero en una entrevista exclusiva realizada nueve semanas antes de que Trump asuma la presidencia, Rice buscó aquietar esas preocupaciones.
“Es claramente de interés de Estados Unidos que esas alianzas perduren, que sean una fuente de confianza para nuestros socios y que ellos comprendan que no necesitan salir del paraguas de Estados Unidos”, afirmó.