Cuando restan dos años para el inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, uno de los escenarios cariocas genera gran preocupación. Se trata de la bahía de Guanabara, donde se disputarán las pruebas de yachting, pero en cuyas aguas se observa un alto nivel de contaminación: en ellas circulan desde bolsas que se pegan a las embarcaciones hasta muebles y animales muertos. En esta bahía se desarrollará la Regata Internacional de Vela 2014 entre hoy, y hasta el 9 de agosto, con cuatro categorías en la rama masculina (49er, Laser, 470 M, RS:X M, Finn) y otras cuatro en la femenina (49er FX, Laser radial, 470 W, RS:X W). El evento, que contará con la participación de 324 atletas de 34 países, será la primera de las 45 pruebas programadas hasta la gran cita de 2016.
Si bien se encuentra enmarcada en un paisaje que resalta por su belleza (el Pao de Azúcar está a uno de sus lados), lo cierto es que el agua deja mucho que desear y varios referentes de la disciplina ya se expresaron en contra. Matthew Belcher, uno de los 23 medallistas olímpicos que participará del ensayo, relató lo que pudo ver en su recorrido por las aguas de la bahía. "Encontramos muchas botellas y bolsas plásticas. Ayer vimos un perro muerto en el agua (...). Si los Juegos fueran mañana tendríamos realmente un problema", se quejó el campeón olímpico en clase 470 en Londres en declaraciones reproducidas por el sitio web del diario Folha de Sao Paulo. En la misma línea, AFP informó de un gato muerto flotando en la sede de las regatas.
Entre los argentinos Mariano Reutemann, de la clase RS:X, aseveró: "La verdad es que está sucio y lleno de cosas flotando en el agua. Fue muy difícil entrenarse así". "Las embarcaciones desarrollan grandes velocidades e impactan con animales muertos o con objetos de gran porte", agregó el regatista de 37 años, quien contó también que su entrenador, Hernán Vilá, sacó del agua un casco de moto y un pedazo de árbol. A su vez, Julio Alsogaray, de la clase Laser, destacó que tanta basura en la cancha de regatas "es muy malo para la navegación porque si esas cosas se enganchan a los botes te pueden perjudicar muchísimo y hacer perder posibilidades para estar arriba en las posiciones".
Philipp Buhl, del equipo alemán, consideró que el agua "parece diferente, es un poco marrón". Además, el regatista de clase Láser contó que en su primer entrenamiento en la ciudad brasileña se topó con una silla de madera. En marzo, el sitio web de la federación germana había publicado: "Bienvenidos al basurero que es Río". Allí se alertó que con "cada lluvia toneladas y toneladas de nuevos desperdicios caerán al agua y sin plantas de tratamiento la situación no mejorará".
Mario Moscatelli, un biólogo que lleva 17 años denunciando esta situación, había calificado a la bahía como una "inmensa letrina".
Por su parte, la secretaría de Medio Ambiente estatal aseguró que no existen "riesgos a la salud" para los deportistas. Claro que si bien las obras contemplan reducir en un 80% la contaminación de la bahía, aún no se han apreciado resultados.