Polémica por hidrocarburos no convencionales

Mientras aparecen algunas polémicas acerca de la explotación de gas y petróleo no convencionales, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, remarcó que Argentina tiene la cuarta mayor reserva de petróleo no convencional y la segunda mayor reserva de gas similar a nivel mundial. Con estos datos fundamenta su entusiasmo al decir que "Argentina puede producir un cambio total y transformarse en una potencia a nivel mundial".

El horizonte es largo y los esfuerzos hoy están puestos en un área de la formación Vaca Muerta. Esta área tiene 290 km2 y los primeros esfuerzos se están realizando en una zona de solo 20 km2. No obstante, ya se han perforado 90 pozos y se ha conseguido un aumento de la producción de petróleo y gas.

Según datos que reveló el titular de YPF al inaugurar el seminario sobre Hidrocarburos No Convencionales, en Buenos Aires, tomando en cuenta el shale (como se lo denomina) las reservas de petróleo del país se multiplican por 8, en el caso del gas se multiplican por 30. El único problema es el elevado requerimiento de capital para completar las etapas de prospección y explotación. Perforar 130 pozos requiere una inversión de 1.200 millones de dólares.

No obstante, el ejecutivo se mostró confiado de conseguir nuevos socios para que los acompañen en las inversiones, además de las que hace la misma empresa. YPF mejoró su caja y eso le permite avanzar sin nuevos endeudamientos, pero las asociaciones les permiten ir más rápido.

Una noticia importante de Galuccio fue que la inversión en la Destilería de Luján de Cuyo, permitirá producir, por primera vez en el país, eurodiésel, que es un carburante de alta calidad que hasta ahora se importa en su totalidad.

Ante las objeciones que plantean grupos ambientalistas, altos directivos de la empresa manifestaron que son inexactas. En principio, explican que los químicos que se utilizan para la operación, a la que prefieren denominar "estimulación hidráulica" son solo 12 químicos y no 600 como denuncian estos grupos. A su vez, niegan que la operación genere sismos, ya que la energía requerida para que se produzca un sismo es infinitamente superior a la que se despliega en la operación.

Respecto de los riesgos de contaminación de aguas, también la descartan ya que mientras las napas están a 300 metros de profundidad, estas operaciones se desarrollan a profundidades que oscilan entre 2.500 y 4.000 metros. Reconocen que siempre hay riesgos, similares a los que asumen en la extracción de hidrocarburos convencionales, pero esto no transforma a la práctica en contaminante.

Mendoza, por ahora, afuera

Ante nuestro requerimiento, los ejecutivos explicaron que, por el momento, estas prácticas no están previstas en Mendoza, a pesar de que una parte de la formación Vaca Muerta se extendería en territorio de Malargüe, en la zona de la cuenca neuquina que se ubica en nuestro territorio.

Otro de los temas que ahuyentan a las empresas para trabajar en Mendoza es la carga impositiva. En la última reforma de Ingresos Brutos, la tasa  para explotación de petróleo fue aumentada a 6%, lo que hace que Mendoza sea la provincia con mayores impuestos.

Funcionarios locales admiten que están trabajando para conseguir una tasa uniforme en todas las provincias. Mientras esa negociación no avance, será difícil conseguir inversiones.

Próximamente se quiere licitar una nueva etapa de áreas secundarias, pero deben definir el modelo bajo el cual se hará, teniendo en cuenta la participación de la empresa provincial de energía.

Por ahora, el panorama de nuevas inversiones solo queda a cargo de YPF, que aumentó la cantidad de equipos de perforación en los yacimientos a su cargo, algo que no ocurre con las demás empresas. Pero con eso no alcanza para aumentar la producción y las regalías.