La Federación de Fútbol Australiano (AFL) anunció este martes que Hannah Mouncey, una jugadora transexual, no podrá participar en la liga femenina debido a que su físico supondría una ventaja con respecto a sus rivales, lo que desató la polémica en el país oceánico.
Mouncey, que en el pasado llegó a jugar en el equipo nacional masculino de balonmano, no podrá entrar en el draft de la Liga Femenina Élite de Fútbol Australiano (AFLW).
La joven es particularmente atlética (1,90 m de altura y 100 kilos de peso), por lo que había despertado el interés de varios equipos para contratarla.
La AFL precisó que su decisión se basa en la legislación del Estado de Victoria y se tomó tras consultar a grupos de apoyo al colectivo LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexo) , así como al agente de Hannah Mouncey.
La AFL agradeció a Hannah "su cooperación" y destacó que su contribución servirá para "desarrollar políticas y procedimientos de la AFL con respecto a los transexuales para los futuros jugadores de la élite".
La AFL entró en la historia este año al organizar pro primera vez una liga semiprofesional femenina.
La decisión sobre Mouncey solo es para la próxima temporada, por lo que podría volver a presentarse al draft del próximo año.
Todos los casos de peticiones de transexuales serán deliberados caso por caso, en función de las circunstancias de cada demandante, precisó la AFL.
En un comunicado, Mouncey se mostró "decepcionada" por la decisión de la AFL, pero le agradeció "su manera sincera de tratar mi situación".
El sindicato de jugadores de la AFL había apoyado a la joven durante todo el proceso y ha exigido a la federación que ponga en práctica líneas directivas claras para ayudar a los transexuales que quieran jugar en la élite en el futuro.