El primer ministro japonés Shinzo Abe reiteró este miércoles la voluntad de su país de continuar con la muy controvertida caza, rotulada como "científica", de ballenas en la Antártida y de reanudar la pesca comercial, mientras que la Agencia de pesca planea modernizar su principal barco ballenero.
Shinzo Abe confirmó, como lo ha hecho desde hace varios años, la intención de su gobierno de actuar en favor de la reanudación de la pesca comercial de la ballena.
"Tomaremos todas las oportunidades que puedan llevar a la reanudación de la caza comercial de la ballena, incluidas aquellas que pudieran presentarse en la reunión de septiembre en la Comisión ballenera internacional", declaró frente al Parlamento como respuesta a una pregunta sobre la política de su país en este ámbito.
Asimismo, se declaró a favor de continuar con el uso tradicional que en Japón se le da a la carne, a la grasa y a las barbas de ballena "de una manera respetuosa tanto por el medio ambiente, con base en datos científicos, como por cualquier otro recurso marino".
Por su parte, la Agencia de pesca pidió la asignación de 100 millones de yens (914.000 dólares) del presupuesto nacional para llevar a cabo un estudio en el futuro sobre la pesca comercial. Este estudio abordará, entre otras cosas, la suerte del Nisshin Maru, el barco principal de la la flota ballenera japonesa, indicó uno de los responsables de la agencia.
Japón es signatario de la moratoria a la caza comercial de la Comisión ballenera internacional, pero utiliza una falla del texto que autoriza la caza de cetáceos con fines científicos.
La Corte internacional de Justicia ordenó a Japón, en 2014, poner fin a sus campañas de caza regulares en las aguas de la Antártica, señalando que no se cumplen los critérios científicos requeridos.