El cineasta Roman Polanski decidió no presidir la ceremonia de los Premios César este año, después de protestas de la ministra francesa de Derechos de la Mujer y de grupos feministas en relación a acusaciones en su contra por un delito sexual, presentadas en Estados Unidos hace décadas.
Es un revés inesperado para el director de 83 años, sobreviviente del Holocausto y muy respetado en Francia. Su carrera cinematográfica siguió floreciendo después de que se instalara en París tras huir de Estados Unidos a finales de la década de 1970.
"Profundamente entristecido" por las críticas, el cineasta decidió no presidir la ceremonia del 24 de febrero "para no interrumpir la ceremonia de los César, que debe estar centrada en el cine y no a la designación de su presidente", indicó en un comunicado el abogado de Polanski, Herve Temime.
La academia de las artes, que entrega el equivalente francés de los premios Oscar, está en conversaciones sobre opciones alternativas para la ceremonia tras la renuncia de Polanski, dijo un miembro de la academia.
El presidente de la Academia, Alain Terzian, describió al cineasta como un "esteta insaciable que ha reinventado su arte y su obra a lo largo de los años" cuando le invitó a presidir el certamen.
La ministra de Familia, Infancia y Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, calificó de "chocante" que Polanski, de 83 años, presidiera los César. Grupos activistas convocaron protestas en el exterior del recinto de la ceremonia y una campaña en internet acusaba al director de ser un "delincuente que drogó y violó a una niña de 13 años y huyó de la justicia".
El director se declaró culpable de haber mantenido relaciones sexuales ilícitas con una niña de 13 años en Los Ángeles en 1977, pero después huyó de Estados Unidos. Sigue buscado por las autoridades judiciales estadounidenses y hay una orden de arresto de Interpol en su contra que afecta a 188 países.
El director de cine de Cannes, Thierry Fremaux, un viejo amigo de Polanski, dijo el martes en la emisora de radio RTL que había hablado con el director sobre su decisión de no presidir los César y que está "devastado" por las críticas en Francia.
Una presentadora francesa de radio y otras mujeres han denunciado recientemente que un destacado fotógrafo abusó sexualmente de ellas cuando eran adolescentes. El caso ha reavivado la preocupación nacional sobre la impunidad de personas célebres por comportamientos abusivos.
Polanski ha ganado ocho premios César a lo largo de su carrera y ganó el Oscar al mejor director en 2003 por "El Pianista". Sin embargo, no pudo viajar a Los Ángeles para recoger el premio.
El cineasta sólo viaja a tres países para evitar la extradición: a Francia y Suiza, donde tiene casas, y a Polonia, donde nació y sobrevivió a la II Guerra Mundial. El ministro polaco de Justicia reinició hace poco los esfuerzos por detenerlo, pero el Tribunal Supremo polaco falló en contra de su extradición.
El abogado de Polanski señaló que Polonia y Suiza han rechazado en los últimos años esfuerzos de Estados Unidos por extraditar al director y que la mujer a la que agredió, Samantha Geimer, ha pedido que se retiren los cargos en su contra en Estados Unidos.
"Este escándalo ha reaparecido de una forma totalmente injustificada", afirmó el abogado.