Una propiedad desocupada y aparentemente abandonada era el botín. Después de un plan de seguimiento y de tener la seguridad de que el titular había fallecido (con averiguación de datos entre los vecinos, tarea que tuvo a su cargo Marcelo Rabel Cantos, hoy prófugo de la Justicia y antes ex empleado de una escribanía), se obtenía un falso poder irrevocable con efectos post mortem, una herramienta muy poco conocida, por ende poco empleada.
Con este “papel” se iniciaba un círculo ilegal donde la propiedad, ya a nombre de uno de los integrantes de la “sociedad”, era puesta en venta y llegado el comprador, después del pago estipulado, ya inscripta en el Registro y entregada.
Hasta ahí una parte de la trama. La otra, que marca la continuidad del expediente y el inicio de una investigación paralela, se produce cuando el nuevo “dueño” recibía la inesperada visita de los familiares o herederos reales del fallecido reclamando la propiedad, pero ante la imposibilidad legal de recuperar el inmueble, terminaba siendo denunciado por usurpación.
La causa
La fiscal Susana Muscianisi está trabajando esta causa desde hace tiempo y entre los investigados figuran dos escribanas: Andrea Emilia Marún y Claudia Silvia Módica, que además tienen en común el hecho de estar inhabilitadas para la profesión.
El tercer involucrado, hasta ahora, se mantiene prófugo y fue identificado como Marcelo Rabel Cantos (aunque también se lo señala como Marcelo Fabián Rabel Cantos o Marcelo Ravel).
Los tres se encuentran imputados “prima facie” (en esta etapa de la instrucción) del delito de asociación ilícita, previsto y penado por el artículo 210 del Código Penal.
Y aquí vale rescatar que, durante un allanamiento en la vivienda de Claudia Módica, donde se secuestró una importante cantidad de material, la notaria terminó siendo traslada -en calidad de aprehendida- a la Comisaría 10°, donde se inició el trámite de averiguación de antecedentes.
Fue liberada tras el compromiso de pagar 300 mil pesos por cada una de las seis causas en las que está sospechada (o sea 1.800.000 pesos), obligación que deberá cumplir en un plazo de 5 días hábiles.
Por eso, junto a Andrea Marún -la primera escribana investigada-, deberán pasar todos los lunes a firmar en la fiscalía de Delitos Económicos del Palacio de Justicia.
Más involucrados
La causa tiene además otras seis personas involucradas y consideradas, en estos momentos, como partícipes primarios en la asociación ilícita.
Ellos fueron identificados como Carina Lazo, con un poder post mortem; Ester Villafañe, que se presentaba como apoderada (con un poder apócrifo); José Benegas, que aparece como comprador de un inmueble de la calle Clark, en Ciudad; Rolando Barboza, que también aparece como apoderado (con otro poder trucho); Daiana López, que trabajaba en la escribanía de Módica y que además se presentó como compradora de una propiedad; y Ramón Fernández, que trabajó como obrero y después apareció como apoderado, también con un poder falso.
Si bien desde la oficina de la fiscal Muscianisi se evitó dar a conocer detalles del caso, fuentes de Tribunales confiaron a este diario que hasta ahora nunca se vieron los poderes “originales”, aunque todos figuran con firmas y sellos de inscripción en la Dirección de Registros Públicos de Mendoza, Registro de Mandatos.
En realidad, los asientos “no se corresponden” con las copias de los poderes, por lo que otros profesionales escribanos se vieron sorprendidos con la maniobra y también denunciaron lo que estaba pasando.
Claves
Propiedad abandonada. Marcelo Rabel Cantos (hoy prófugo) detectaba que los inmuebles tuvieran a su dueño fallecido.
Poder post mortem. El circuito ilegal empezaba con un poder post mortem trucho a nombre de uno de los integrantes de la asociación ilícita (tal la imputación de la fiscal).
Venta del inmueble. La propiedad era vendida a un comprador, inscripta en el Registro y entregada. Pero los asientos en el Registro no se corresponden con las copias de los poderes.
Una de ellas salió a defenderse: "No estafé a nadie"
Claudia Módica niega ser parte de una asociación ilícita y asegura que nunca tuvo problemas con su matrícula. La escribana Claudia Módica es una de las señaladas por la fiscal Susana Muscianisi de integrar una asociación ilícita junto a Marcelo Rabel Cantos y Andrea Marún.
En diálogo con Los Andes, aseguró: “Nunca estuve detenida, solo estoy siendo investigada. Todavía no soy declarada culpable de nada por la Justicia”. Y agregó en diálogo telefónico: “No tengo comisionistas a cargo ni trabajando para mí, no confecciono poderes. Hace 19 años que soy escribana y nunca me pasó algo así”.
Además, Módica aseguró que lleva una vida sencilla junto a sus dos hijos en Maipú. "Tuve que vender mi auto para pagar la tarjeta", argumentó.
En cuanto al proceso judicial que enfrenta, comentó: "Ayer fui notificada de la causa y recién hoy (por ayer) mi abogado va a aceptar mi defensa y va a pedir la copia del expediente para estudiarlo".
Con respecto a los supuestos problemas con su matrícula en 2014, la escribana lo negó: “Nunca estuve inhabilitada. Todos los años abro el protocolo en el Colegio Notarial desde que me recibí en 1998. Si estuviera inhabilitada no podría hacerlo”.
“En 2013 tuve que denunciar a una persona porque falsificó mi firma y ese es el único proceso que he llevado adelante”, añadió. E insistió: “No estafé a nadie”.
Qué dijo su abogado
Por su parte, su abogado defensor, Gustavo Díaz Ruggero, (que hasta ayer no había tomado contacto con el expediente), en una entrevista con Canal 7 señaló: “El lunes, personal de Investigaciones junto a personal notarial allanan el domicilio de la señora Módica para secuestrar documentación, que ya se la habían pedido en algunas oportunidades y ella por una cuestión de ‘quedada’ no la había entregado”.
Explicó luego que “cuando le solicitaron esa documentación, a la señora se le pide que asista a la Oficina Fiscal N° 10 de Maipú, a los fines de llevar a cabo otras medidas. Es importante y lo resalto: la señora Módica no ha estado ni está privada de su libertad. Al día de hoy la señora está libre en su domicilio”.
Reafirmando que “la señora Módica es una profesional escribana, tiene su matrícula”, la despegó de las estafas y de la falsificación de de los poderes: “Venían personas con poderes de disposición y le decían a la escribana que ellos eran mandatarios y necesitaban vender una propiedad. La escribana asistía al Registro de Mandato para ver si el poder estaba inscripto y una vez que lo certificaba, otorgaba las escrituras traslativas de dominio respecto de esa propiedad. Los poderes ya estaban hechos y estaban inscriptos en el Registro de Mandato”.
Por último, se lo consultó sobre la documentación falsificada: “Eso está en materia de investigación. También se dijo que ella había obtenido sumas superiores a los 5 millones de pesos cuando no es así. Lo único que hacía era cobrar los honorarios en base a la escritura traslativa de dominio pero nada más, no cobraba esa cifra abismal de la que hablan”. / Gabriela Sánchez