En apenas un mes parece haberse cumplido el objetivo. Así lo evalúan desde el Ministerio de Economía respecto del balance parcial del operativo de licitación para recortar sobrestocks vínicos, el cual insumió más de $ 20 millones para lograr que el precio ya roce los $ 3. Si bien queda casi una semana para su finalización, en caso de que haya un remanente de recursos servirá para fondear otro mecanismo “anticrisis” para la vitivinicultura: una nueva reconversión de variedades de uva común por otras más rentables.
Si bien la meta, según el relevamiento del INV, era captar 40 millones de litros en manos de 823 productores, el resultado parcial no llega a 20% de ese volumen correspondiente a 128 propuestas. Hasta ayer se habían recepcionado ofertas por un total de $ 6,6 millones, por los cuales el Gobierno paga $ 3,10 en tres cuotas, que los funcionarios consideran suficiente ante la reacción del mercado.
Es que la curva de precios, en base a las operaciones registradas por la Bolsa de Comercio, muestra que mientras en enero el litro de blanco genérico apenas superaba $ 1,56, en lo que va de este mes ya está por encima de los $ 2,90. La perspectiva es que siga en ascenso, habida cuenta de que la Provincia “jugará” en el mercado al menos una semana más.
“El éxito del operativo no tiene que medirse por la cantidad de vino adquirido sino por el comportamiento de los precios que queríamos tonificar. Hacia allí queríamos ir y creo que estamos llegando”, evaluó el subsecretario de Agricultura y referente en el área vitivinícola del Gobierno provincial, Alfredo Aciar.
Sólo entre lunes y martes ingresaron 500 mil litros. Hasta el momento, el grueso de los oferentes viene de la zona Este, con San Martín a la cabeza (104 carpetas). Muy atrás le siguen Junín, con 11, y Rivadavia, con 10.
Con los números parciales de la intervención y una cosecha que difícilmente supere 19 millones de quintales, la proyección de stocks se acercaría a 4 meses, considerado un punto de equilibrio para evitar fluctuaciones importantes de precios en el mercado. Aunque depende del pacto Mendoza- San Juan que, pese a haber consensuado un 25% de materia prima a mosto, sigue sin la firma de los gobernadores Cornejo y Uñac.
Hacia una nueva reconversión
El dato, brindado por el INV, es que en los últimos 15 años se implantaron casi 6.800 hectáreas de uva criolla y cereza lo que, de acuerdo a los analistas, acentuó la depresión de cotizaciones por sobreoferta de materia prima. Es el nuevo blanco de la política vitivinícola para evitar futuras complicaciones para una industria acostumbrada a las crisis cíclicas. El objetivo es reconvertir 10 mil hectáreas que producen uva criolla y rosada.
A criterio de Aciar “alcanzada la tonificación de los precios deberemos avanzar en una addenda del convenio con la Nación para poder propiciar la reconversión a partir de las variedades que más demanden los mercados”. Es un anexo del acuerdo por el cual el Ministerio de Agroindustria asignó $ 75 millones para la compra de vino excedente que, cumplido el objetivo primario, se reorientaría al recambio de cepas de cereza y criolla por las premium que aseguren mayor rentabilidad.
Aunque no se precisaron números en superficie, la intención es aglutinar fondos de distinto origen a partir de un proyecto diseñado en conjunto por los Centros de Desarrollo Vitícola del INTA, IDR e INV. Allí irá otro aporte de la Nación por $ 50 millones en una primera etapa e incluso la disponibilidad parcial de financiamiento internacional por parte del BID (Banco Interamericano de Desarrollo).
“Estamos pensando también en una parte de lo que llegue para el Proviar II”, anticipó Aciar, en referencia a la esperada asignación por U$S 80 millones en concepto de ANR (Aportes No Reintegrables) comprometido por el ministro de Agroindustria nacional, Ricardo Buryaile. Corresponde a un crédito por más de U$S 200 millones aprobado por el organismo.
El productor vitivinícola y asesor en la materia para la zona Sur, Vicente Russo, remarcó que en un contexto de pérdida de rentabilidad un factor preocupante es el costo laboral. “Es muy difícil para el pequeño viñatero asegurarse mano de obra desde la cosecha y por el resto del año. Más allá de que la corresponsabilidad gremial busca facilitar el cumplimiento de aportes previsionales, también se vuelve complejo afrontarlo si la oferta de materia prima no es determinante”, consignó.
Sin definirse el porcentaje a mosto
Hasta hace unos días todo indicaba que había un consenso inédito y que la firma estaba cerca. Pero, paradójicamente, para la Fiesta de la Vendimia todo se empantanó: si bien Mendoza y San Juan coinciden en que la pauta elaboradora de mosto rondará el 25%, el acuerdo anual para diversificar la producción permanece ahora trabado por diferencias en torno a la propuesta mendocina de destinar un porcentaje a exportación y la compensación con el mosto.
“Es un debate filosófico más que de números, porque San Juan no acepta que exportar también es diversificar”, afirman desde el Ejecutivo provincial, en alusión a la relación de 1 litro por 1,5 litro de vino exportable.
Por ahora, los funcionarios mendocinos lo descartan. Pero sabido es que, en caso de no llegar a un convenio definitivo, las pautas históricas del acuerdo contemplan que se aplique automáticamente un 20%, el mínimo permitido.
San Juan equiparó a $ 3 por litro
El Ministerio de Producción y Desarrollo Económico de San Juan dispuso ayer subir de $ 2,50 a $ 3 lo que paga por litro de vino a productores dentro del programa Compra de Excedentes Vínicos San Juan 2016.
Destinada a beneficiar a productores de hasta 25 hectáreas, la operatoria arrancó el 12 de febrero. La decisión de ajustar el valor es retroactiva a esa fecha.
“Dados los cambios favorables que se están produciendo y que el precio del vino tiene una tendencia en alza, el gobernador Uñac nos instruyó para aumentar el precio que se paga por litro de vino”, dijo el ministro Andrés Díaz Cano, para quien la medida “colaborará en transparentar el precio en el mercado”.