Al borde del abismo por las lesiones y el cansancio, unidos a la ausencia de fichajes, el técnico argentino Mauricio Pochettino hizo historia al clasificar al Tottenham para las semifinales de la Champions. El miércoles, en la vuelta ante el Ajax, busca la remontada para jugar por el título.
El martes en Londres el equipo holandés logró una victoria 1-0 en un partido en el que los Spurs volvieron a mostrar evidentes señales de fatiga.
Ahora el Tottenham llega a uno de los partidos más importantes de su historia inmerso en una serie de tres derrotas consecutivas, contando todas las competiciones, la última en Premier el sábado en Bournemouth (1-0), por lo que llegará a la última jornada sin asegurar su presencia en el Top 4, sinónimo de jugar la próxima Champions.
Muestra de su mal momento, los Spurs terminaron jugando 45 minutos con 9 futbolistas tras las expulsiones del surcoreano Son Heung-min y del argentino Juan Foyth.
Afortunadamente para el Tottenham, los empates de Arsenal y Manchester United el domingo le facilitarán el trabajo: un empate contra el Everton y los Spurs se asegurarán disputar de nuevo la competición reina.
Para lograr la gesta en Holanda, Pochettino deberá recuperar anímicamente a sus diezmadas tropas, después de una temporada sin fin para los numerosos jugadores que llegaron lejos en el pasado Mundial de Rusia 2018.
De nuevo no podrá contar con su líder Harry Kane, lesionado en un tobillo, Erik Lamela, Serge Aurier y Harry Winks, mientras que Jan Vertonghen es duda tras su conmoción cerebral en el partido de ida.
Sí estará de vuelta Son Heung-min, autor de tres goles en cuartos ante el Manchester City, tras cumplir un partido de sanción, por lo que podrá ofrecer su dinamismo habitual al equipo, que en la ida jugó en punta con el brasileño Lucas Moura y el español Fernando Llorente.
"Tenemos delante dos finales, contra el Ajax y el Everton (domingo, última jornada de Premier). Estamos en una posición en la que depende de nosotros estar en la final de la Champions y de acabar en el 'Top 4'", señaló Pochettino con confianza.
"Nadie pensaba que podíamos estar en esta situación en la última semana de la competición. Tenemos una gran semana por delante, hagamos lo que hagamos estaré orgulloso", añadió.
La ruta hacia el éxito no ha sido fácil para los Spurs. En dificultades económicas debido al alto coste de su magnífico nuevo estadio (más de 1.000 millones de euros), el club ha tenido que jugar dos años en Wembley durante las obras y este curso no ha podido fichar jugadores.
Sin refuerzos, Pochettino ha sido capaz de elevar un poco más el nivel del equipo, sobre todo en Europa, pagando el esfuerzo en la competición nacional.
A sus 47 años, el antiguo internacional argentino, que antes dirigió al Espanyol y al Southampton, busca su primer trofeo como técnico. Y todavía confía en que sus Spurs tenga una carta en la manga y la sepan jugar este miércoles en Ámsterdam.