Los últimos 30 días han sido de los más duros para los habitantes de El Borbollón. Es que en el barrio Santo Tomás de Aquino murieron tres bebés de mamás menores de edad por complicaciones de salud.
Se trata de Daniela Pavez (17), que perdió a Kevin; Diana Trigo (17), mamá de Mauro; y Estefanía González (15), cuya bebé Aisha también falleció.
La situación económica para todos los que viven allí, como reflejó la directora del jardín maternal Manaslú, Verónica Herrera, es preocupante. De hecho, los vecinos del lugar apenas pudieron hacerse cargo de los sepelios de los dos primeros bebés, con un costo que rondó los 30 mil pesos.
En tanto que la niña fue llevada directamente del hospital al cementerio. “Aunque tampoco había dinero para pagar un velatorio, que era lo que correspondía”, aseguró Herrera.
Recordemos que las familias que perdieron a los pequeños viven en una zona altamente vulnerable y contaminada, ya que a pocos metros de sus viviendas se encuentra uno de los basurales más grandes del Gran Mendoza.
Según comentó la directora del jardincito, al que asisten unos 65 niños del lugar, las causas del fallecimiento de los bebés fueron todas por problemas cardiorrespiratorios, relacionados con el modo de vida de sus madres y del resto de las personas que allí habitan.
Cada vez menos recursos
El jardincito pertenece a la fundación Cuyum Epain (Educación, Promoción y Asistencia Integral al Niño), donde también funcionan un comedor, un aula satélite de los Centros de Capacitación para el Trabajo (CCT), el programa Comer Juntos en Familia y un centro de apoyo educativo. Entre todos llegan a albergar a 800 personas de unas 100 familias, donde las carencias son muchas.
Por eso, cuando muere alguna de las personas que allí asisten todos hacen colectas para poder solventar los gastos que implica el fallecimiento.
“Con esto que sucedió pudo verse que, en realidad, los pobres no tienen derecho a morirse. Porque para ellos morirse es carísimo. Y con las colectas no pudimos enterrar a los niños con el servicio que merecen”, explicó Herrera.
Según indicaron los vecinos, antes el servicio social de la comuna cubría los gastos de entierro y sepelio, pero que lamentablemente, ante la crisis presupuestaria de la Municipalidad de Las Heras, la cobertura fue suspendida.
“Sabemos que hay buenas voluntades, pero a veces no se puede hacer mucho”, dijo una vecina que prefirió no dar su nombre.
Herrera comentó que, en general, quienes viven en esta zona de El Borbollón reciben poca asistencia gubernamental. “Estamos incluidos en el programa de alimentos y siempre tenemos algo para darles a todos, aunque cada vez es más la gente que viene a pedir comida”.
Los Andes intentó en reiteradas oportunidades comunicarse con la comuna lasherina, pero no obtuvo respuesta.
El 18% de los menores sufre privaciones
El Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, de la Universidad Católica Argentina (UCA), reportó que 19% de los menores de 18 años en el país sufre privaciones severas y 58% déficit moderado.
El estudio presentado ayer por la socióloga Ianina Tuñón reporta los “avances, retrocesos e inequidades” del Bicentenario (2010-2015), cuando “el déficit severo cayó 6 puntos porcentuales, de 25% a 19% en un segmento de pobreza que implica “privaciones como no tener agua potable ni inodoros con descarga, o vivir en un lugar donde se utiliza la violencia física para enseñar lo que está mal”, describió Tuñón, coordinadora del informe de la UCA.
La socióloga interpretó que en ese quinquenio “hubo un progreso desde las privaciones severas hacia las más moderadas”, que a su vez disminuyeron desde un 62% de la población joven afectada al 58%.
Los datos relevados, definidos por Tuñón como indicadores de “las brechas persistentes y duraderas en la sociedad argentina”, indican que la infancia con necesidades básicas insatisfechas (NBI) representó el 33% en 2010 y el 27% en 2015, con un decrecimiento positivo que Tuñón atribuyó a la incidencia de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que en 2016 amplió el beneficio a los monotributistas.
“El 80% se incorporó al sistema de seguridad social a través de la AUH y se logró mayor inclusión educativa secundaria”, precisó Tuñón, quien consideró que “los déficits están aún muy elevados, con un 27% que experimenta NBI y un 19% situaciones muy injustas en Argentina”.
El informe de 150 páginas incluye indicadores de alimentación, salud y hábitat; crianza y socialización; acceso a la información; educación y trabajo infantil.
Télam
