El plenario del SUTE había sido convocado a las 9 de la mañana pero, por las acreditaciones, recién comenzó a las 11, para finalizar un par de horas después.
Durante el tiempo que duraron las deliberaciones, nadie que no estuviera acreditado pudo ingresar al salón, fueran trabajadores de prensa (sólo se lo permitieron a camarógrafos y fotógrafos) o docentes.
De hecho, una veintena de maestros, principalmente de listas opositoras a la Celeste conductora, pugnó por ingresar, pero los tableros ubicados en forma de vallas y algún corpulento gremialista, se lo impidieron.
Las quejas no se hicieron esperar, ya que "en otras oportunidades cualquier docente, por más que no tuviera voto, podía ingresar", dijeron los que se quedaron afuera.
Desde la conducción del SUTE justificaron la actitud en los cambios que sufrió el estatuto, que ahora "impide el ingreso de cualquiera que no esté acreditado".
Los opositores también se quejaron de que en la reunión "hubo propuestas que no se votaron", como el de pedir un porcentaje concreto de aumento al Gobierno o el de dar un mandato a los delegados de Ctera de "adhesión plena al paro nacional".