En Plaza de Mayo, la oposición sindical protestó por la pobreza y la inseguridad

Hugo Moyano y Luis Barrionuevo encabezaron ayer una movilización abierta a todos los sectores de la sociedad. Pero sólo participaron afiliados a sus gremios y algunas organizaciones de la izquierda.

En Plaza de Mayo, la oposición sindical protestó por la pobreza y la inseguridad

Los sectores del sindicalismo opositor alineados con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo hicieron ayer una rara, por lo infrecuente, demostración de fuerza. Se movilizaron a Plaza de Mayo con consignas más propias de los partidos políticos que de los gremios: reclamaron contra la inseguridad, la pobreza, la inflación, el narcotráfico y también por una suba a los jubilados. La protesta tuvo otras singularidades.
 
Prácticamente no se vieron las clásicas banderas de los gremios, pero sí miles de la Argentina. Y en vez de oradores, se eligió como formato la lectura de un duro documento contra el Gobierno titulado: "El desánimo de los argentinos".

"¿Cómo no va a haber desánimo en el pueblo? Con menos producción industrial es inevitable la pobreza, con más inflación no tendremos mayor seguridad, es en la pobreza donde nacen todas las inseguridades. Por eso es urgente promover cambios, cambios que sean posibles y necesarios para el futuro", reclama el texto.

Los organizadores calcularon que hubo unas 50.000 personas. Medios periodísticos estimaron que hubo algo más de 25.000.

Aunque no estaba previsto, Moyano, Barrionuevo y otros dirigentes subieron al escenario al final del acto. Para el camionero y el gastronómico la tentación de la Plaza fue mucha: ambos terminaron dando unos breves discursos.

Desde el palco, el jefe de la CGT opositora dijo que veía "repletas" a la Plaza de Mayo, a la Diagonal Sur y a la Avenida de Mayo. "Seguramente algunos dirán que había 25.000 personas, otros dirán unos miles más para no quedar desubicados", se quejó.

Barrionuevo fue sintético. Agradeció a los "miles de trabajadores que hoy se movilizaron sin paro, sin dádivas, sin ningún tipo de ofrecimiento". Cerró asegurando que trabajará "por la unidad del movimiento obrero".

Por la Diagonal Sur ingresaron a la Plaza los gremios alineados con la CGT de Moyano. Por Avenida de Mayo, los de la CGT Azul y Blanca que conduce Barrionuevo. Por Diagonal Norte lo hizo una modesta columna de la Corriente Clasista y Combativa.

Moyano y Barrionuevo habían puesto el acento de la protesta en la inseguridad. Apostaban a que con ese eje se sumarían a la movilización sectores medios. Pero en una recorrida, sólo se vio en la Plaza afiliados a los diferentes gremios convocantes. Los que iban vestidos de oficinistas eran de Judiciales o del Seguro.

Invitados por el locutor Jorge Formento, al comienzo del acto subieron al escenario alrededor de 100 chicos que llevaban remeras blancas con consignas contra la pobreza, la inseguridad y la inflación.

El primero que se sacó el buzo para mostrar su remera fue Gerónimo Moyano, el hijo menor y adolescente del camionero. A su lado estaban los hijos de Pablo Moyano, Camila, Nicolás y Facundo.

Después se leyó el documento. El texto centra la mayoría de sus críticas en el Gobierno, pero también le apunta a la oposición. "La falta de seguridad ha dejado de ser un problema del oficialismo o de la oposición. Si no damos los pasos para garantizar la seguridad alimentaria, la del trabajo, la de la educación y la vivienda y se combate a la pobreza, ésta seguirá afectando a millones de argentinos".

En otro párrafo el texto señala: "Observamos con preocupación a los equipos económicos que rodean a los dirigentes políticos tanto en el oficialismo como en la propia oposición, porque hay mucho cerebro 'formateado' por un sistema que nos ha llevado a la decadencia de los últimos 40 años".

Al final del acto subieron al escenario Moyano, Barrionuevo y varios sindicalistas más: Abel Frutos, Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Guillermo Pereyra, entre otros.

Entre los invitados estuvieron Juan Carlos Blumberg y Miriam Quiroga, la ex secretaria personal de Néstor Kirchner. Justificó su asistencia argumentando que "no aguantaba más la inseguridad".

La pregunta ahora es cómo sigue el sindicalismo opositor su escalada y si los gremios de colectiveros y maquinistas seguirán articulando con Moyano y Barrionuevo. ¿Se vendrá otro paro general, esta vez de 36 horas?

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