Fueron más de 6 mil personas, 800 autos en horas pico, demoras de hasta dos horas y 100 empleados abocados a la tarea de que todo anduviese sobre ruedas. Dicen que fue un caos por momentos, pero tanto comerciantes, como vecinos y la propia Municipalidad evalúan como un éxito el primer día de la "playa" habilitada por Luján de Cuyo sobre el río Mendoza.
Al día siguiente de la avalancha de propios y extraños, el lugar luce impecable. Sólo quedan los espacios donde estuvieron los fogones y alguna que otra bolsa plástica en los alrededores, pero vale decir que el lugar luce como el primer día.
“Creo que ha sido todo para mejor, pero falta que pongan más control vehicular, sobre todo en el regreso de las personas. El pasado feriado estuvimos desbordados de autos, muchos circulaban por la banquina y hubo peatones en riesgo.
Había mucha gente esperando el colectivo y los vivos que quieren llegar antes casi atropellan a la gente", dijo Ricardo, habitante de Blanco Encalada desde hace 20 años.
Como él, son varios los vecinos que comentaron esta problemática. “Siempre está el borracho que se mete por la banquina. Ayer a mi casi me atropellan. Pero estuvo bueno que la municipalidad en un determinado momento empezara a mandar a la gente de vuelta para su casa.
Eso hizo que no se saliera todo de control”, opinó por su parte Paola Maradona, dueña de uno de los comercios de la zona.
Otro vecino del lugar, Julio Quevedo, comentó que la gente se estacionó en lugares prohibidos y que hasta las 21, por lo menos, hubo movimiento intenso. “También vi cómo se pusieron muchísimas multas y controles de alcoholemia. Tampoco se vieron jóvenes ebrios en las paradas del colectivo. Antes, era común ver a los chicos tirados y borrachos”, describió.
Paola, también destacó que la zona ha vuelto a la vida, lo que no ocurría desde que se cerró el paso a Potrerillos por la ruta pero advirtió que la municipalidad va a tener que controlar a los vendedores ambulantes. “Un vendedor de leña se paró en la puerta de mi negocio, donde también vendo leña. Eso no es justo porque yo pago los impuestos”, explicó.
Una historia similar contó Ricardo: “Esto es un progreso para la zona porque va a generar muchos puestos de trabajo y más ingresos. Estaría bueno, igual, que se haga un espacio para los artesanos y que se controle a la gente que vende comida y no es de acá”.
Evaluación
Sebastián Bragagnolo, secretario de gobierno de la municipalidad de Luján indicó que la auto evaluación fue positiva. "Funcionó todo muy bien aunque no esperábamos tanta gente. Es muy difícil que no haya impacto. Pero con logística de limpieza, seguridad y tránsito esto no pasó a mayores", informó el funcionario.
Por otra parte, agregó que luego de examinar cómo fue el comportamiento del turismo durante estos primeros días se consideró la necesidad de agregar baños químicos, agrandar el área de seguridad del agua para bañarse y construir churrasqueras. Respecto del tránsito dijo que todo se hace en el marco de una infraestructura que no se puede cambiar, esto es, una vía para subir y una para bajar con un “tapón” al final que es la ruta cerrada en Cacheuta.
“Las medidas serán destinadas a aconsejar horarios, poner puestos de preventores en Panamericana y la calle Sáenz Peña y mejorar la señalética de ingreso. También vamos a terminar un derivador a la playa, se van a redistribuir los estacionamientos y vamos a prohibir el estacionamiento sobre la ruta”, destacó. Para finalizar, de la venta ambulante aseguró que seguirá prohibida dentro del predio de la playa y que los comerciantes deben denunciar a la dirección de comercio de la comuna las irregularidades que se presenten.