Productos de un sólo uso que perduran más tiempo en el ambiente del que tiene su utilidad promedio. Rechazarlos se convirtió en la recomendación ideal e, incluso, en normas prohibitivas. Las alternativas reutilizables se reúnen en un directorio nacional.
Año 2050: más plásticos que peces en los océanos. Esa fue la proyección que realizó un estudio del Foro Económico Mundial y de la Fundación Ellen MacArthur, de no modificar nuestros hábitos de producción y consumo actuales. Reproducida por Naciones Unidas, se convirtió luego en un emblema argumental que tenía un propósito claro: cuidar el ambiente. Sorbetes que se fabrican en un minuto, se usan en 20 minutos y tardan más de 200 años en descomponerse. Vasos de café utilizados en el tiempo que dura una conversación para permanecer luego años y años sin desintegrarse. Descartables.
“Rechaza el plástico descartable. Si no puedes reutilizarlo, recházalo”. Estas fueron las palabras del Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, al considerar la temática para el Día Mundial del Ambiente en 2018. “Por un mundo sin contaminación por plásticos” fue el lema que acompañó esa fecha y que se mantiene vigente a través de nuevas normativas (como la progresiva prohibición de sorbetes descartables en la Ciudad de Buenos Aires), decisiones empresariales (como el Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos) y el aporte cotidiano de los consumidores (que se puede observar incluso a través de las redes sociales).
Hay dos motivos centrales por los cuales es necesario rechazar el uso de plásticos descartables que, a su vez, se combinan en una misma acción: cuidar la salud, del ambiente y del ser humano. Se estima que entre 8.000 y 13.000 millones de toneladas de plástico se arrojan a los océanos cada año. Según el último censo de basura costero marina realizado por la Fundación Vida Silvestre y otras organizaciones en las costas de 16 localidades de la provincia de Buenos Aires, el 82% de los residuos en las playas son plásticos. Restos de plásticos, colillas de cigarrillos, restos de nylon y bolsas plásticas lideraron el ranking de lo allí encontrado. La tardía descomposición del material afecta suelo y agua. Además, los residuos plásticos se convierten en una amenaza para las especies, principalmente las marinas.
La degradación de esos plásticos por acción del viento, la marea y/o los rayos del sol da lugar a otro problema: los microplásticos. Son fragmentos de plástico menores a cinco milímetros que, por su diminuto tamaño, acrecientan su impacto negativo, y no sólo en el ambiente.
Conforme un estudio de la Universidad de Newscastle (Australia) publicado en junio pasado, los seres humanos consumimos más de 100.000 micropartículas de plástico al año a través del agua que tomamos, la comida que ingerimos e incluso la ropa que lavamos. Es decir, cinco gramos de plástico por semana, lo que equivale a una tarjeta de crédito. Cabe destacar que la otra causa de la existencia de microplásticos es su fabricación para incorporarlos en productos de limpieza, cosmética e higiene.
Los argumentos son suficientes para reducir el consumo de plásticos y rechazar los descartables. Ahí es donde aparece la otra opción necesaria y complementaria: reemplazar los plásticos de un sólo uso por alternativas reutilizables. Conscientes de la necesidad de contar con opciones locales, tres jóvenes argentinos presentaron en julio pasado un “Directorio Sin Basura”, un documento digital que recopila información sobre la oferta del mercado argentino vinculada a consumo local, ético y sin plástico descartable.
La iniciativa impulsada por Nicolás Fuchs Facht, Masha Ridolfi y María Helena Deane busca conectar a los consumidores con más de 100 emprendimientos que se basan en el paradigma de la sustentabilidad. Bolsas, botellas, tazas y cubiertos reutilizables, o pañales de tela y alternativas de artículos de higiene femenina, son algunas de las opciones allí presentes. El próximo paso para que el directorio sea útil a todos: incluir más emprendimientos a lo largo y ancho del territorio argentino. A la preservación del ambiente y el cuidado de la salud humana, se suma así un tercer motivo: promover una economía basada en el buen uso de los recursos, con productos más amigables con el planeta.
Proyecto
Esta semana la diputada nacional Brenda Austin presentó un proyecto de ley para regular y prohibir el uso de plásticos descartables. El proyecto fue el resultado de un trabajo conjunto de consulta con los distintos actores involucrados.
Directorio Sin Basura
- Primera versión Beta.
- Trabajo colaborativo:
1. Se recibe la información
2. Se analiza
3. Se investigan las características sustentables del proyecto
4. Se carga la información.
- Se puede enviar información de una marca o emprendimiento afín a: directoriosentidocircular@gmail. com