El edificio municipal de Maipú ha superado holgadamente el siglo de vida, y por ser tan antiguo, un gremialista que trabajó en esa dependencia se pregunta si es seguro ante un eventual sismo de magnitud y si el municipio no debería estar trabajando en su reemplazo.
Las dudas partieron de Osvaldo Pereira Castro (74), quien es presidente de la Federación de Sindicatos Municipales de Mendoza y dirigente nacional de ese gremio, además de vecino de Maipú.
Pereira Castro planteó, en una carta dirigida a LOS ANDES, que a raíz de todas las prevenciones que se realizaron en un reciente gran ejercicio antisísmico realizado en nuestra provincia, le surgió la necesidad de evaluar y pensar sobre el edificio donde trabajó muchos años, como director del área de prensa.
Afirmó que lo hacía como ciudadano común y con el ánimo de promover un debate tendiente a lograr un mejor estado de cosas.
Desde la Municipalidad, el secretario de Infraestructura, ingeniero Eduardo Mezabotta, admitió la antigüedad del inmueble, al que considerada inspeccionado y en aceptables condiciones. De todos modos, reveló que está en estudio un proyecto para hacer una edificio nuevo, el que obviamente no se hará pronto por la dificultad para reunir los fondos que demandará una obra de esa magnitud.
El dirigente municipal sostiene que "el edificio, inaugurado el 23 de febrero de 1908, soportó sismos de mucha intensidad, que dejaron huellas de importancia en su estructura, especialmente en las dos últimas salas del sector que dan a la calle San Martín, donde desde hace varios años funciona la Secretaría de Obras Públicas, especialmente lo más notable en la pared que divide ambos espacios, donde dos grandes grietas solo fueron revocadas sin otro tipo de protección. Esto fue precisamente luego del terremoto de Caucete".
Añade que "la casa municipal fue objeto de ampliaciones en el sector sur y otro tanto en la parte posterior y también la remodelación del patio central. Desde la década del '70, varios gobiernos pensaron en una nueva municipalidad, especialmente en el gobierno militar, cuando Alberto Rauek proyectó un moderno centro cívico que no alcanzó a concretar en los terrenos que por entonces tenía la municipalidad, lugar donde hoy se levanta un supermercado y un moderno hotel con casino".
"Creo que es tiempo de reflexionar sobre el peligro y el riesgo latente de un edificio que cobija a más de un centenar de empleados y donde numerosos contribuyentes acuden diariamente y que por otro lado obliga a que muchas otras dependencias funcionen en locales alquilados".
En el área técnica
Consultado el secretario de Infraestructura, Eduardo Mezabotta, reconoció la vejez del inmueble, pero planteó que "no es una construcción hecha en adobe, sino de mampostería, de una época en la que diseñaban paredes con un cierto espesor, con buena capacidad de apoyo para evitar que sufriera algún tipo de accidente y paredes gruesas. Incluso, el encuentro en los muros es intertrabado, que es una técnica de la época, aunque por supuesto no es un edificio antisísmico".
El ingeniero amplió que aunque no cumpla con las actuales reglamentaciones de sismorresistencia, es una construcción en buen estado". Añadió que en lo personal no observaba ninguna situación que indicara algún peligro de colapso, "porque no se observan grietas, ni descensos (de la estructura) ni puertas que no se puedan abrir, que de repente, es el primer síntoma de un edificio cuando tiene asentamientos diferenciales. Además, cuando no hace mucho se cambiaron pisos en algunas oficinas, no se observaron socavaciones".
Mezabotta añadió que hay en curso un proyecto de diseño de un edificio de 4 ó 5 plantas, en el solar que actualmente se utiliza como playa de estacionamiento y que está al lado de la actual sede, sobre calle Pescara. "Allí albergaríamos la totalidad de la operación administrativa", puntualizó. Hoy el mayor ingreso de contribuyentes a la sede, lo genera la oficina de Rentas, que funciona en el antiguo patio central de la casona.
Hay que recordar que en la actualidad por lo menos 7 direcciones municipales, que funcionan en distintas direcciones, fuera de la sede principal.
La iniciativa de un palacio municipal definitivo y con capacidad para recibir a todas las dependencia, está sujeta a los recursos financieros que pueda obtener la comuna. Por ahora, es un anteproyecto que aún no ha entrado al Concejo Deliberante. "En este momento, y por el tema de las prioridades que plantea la gente, estamos resolviendo obras básicas, tales como agua, luz y gas, en puntos alejados del departamento", sostuvo el profesional.
El dirigente Pereira Castro fue invitado por las autoridades municipales para hablar sobre sus inquietudes respecto de la casa municipal, en atención a la experiencia que tiene sobre ese inmueble, donde trabajó durante 3 décadas.
En el Concejo
El tema del edificio municipal no es ajeno al Concejo Deliberante. La titular del bloque justicialista, Lorena Colombo, opinó que si bien la construcción no está de acuerdo a las actuales especificaciones sismorresistentes, "el estado de conservación es adecuado, con pisos renovados y techos arreglados; de ninguna manera podemos decir que está abandonado".
En tanto, Edgardo Budini (PD) afirmó que "no hay que olvidar que es una casona vieja, y sin prescindir que está expuesto a que sufra daños como cualquier otro caserón de la época".